lunes, 31 de marzo de 2014

…se toma una cerveza

No me considero un bebedor pero sí que disfruto de vez en cuando de un vino, una copa o una cerveza… o varias. La bebida alcohólica japonesa más famosa es sin duda el sake (), aunque en realidad esta palabra significa alcohol y se usa para referirse a cualquier bebida alcohólica. Lo que se conoce como sake es el nihonshu (日本酒), que viene a ser alcohol japonés, vamos, el vino de arroz, aunque no tiene nada de vino. Sin embargo, hoy no voy a hablar del nihonshu, aunque habría para rato y unos cuantos dolores de cabeza. Hoy toca hablar de cerveza.

Yo diría que los japoneses beben más cerveza que nihonshu, al menos estoy casi seguro de que en volumen así es. Hacia 1876 un japonés que viajó por Alemania fundó en Sapporo la primera fábrica de cerveza de Japón. En general es una cerveza bastante suave que se deja beber fácil, lo cual a veces es peligroso sobre todo si se combina con un nomihodai (beber lo que se quiera por un precio determinado durante un tiempo establecido). En este caso, suelen poner una primera buena cerveza pero el resto que sirven deja bastante que desear, pero es una buena manera de emborracharse.

Una de las cosas que más me llamó la atención son las latas de cerveza con motivos estacionales.


En esa foto pongo tres cervezas de otoño (las de la izquierda) con las típicas hojas rojas del arce japonés. La siguiente es una cerveza de invierno con unos copos de nieve. La última es una lata de primavera, con las flores del cerezo tan famosas en Japón. Lo sé, falta una de verano, pero es que quería tirar las latas de una vez y no podía esperar a completar la colección. Si no recuerdo mal, la de verano venía con unos fuegos artificiales (hanabi).

Pero soy español, así que no podían faltar aquí algunas cervezas españolas.


El otro día vi una litrona de Ambar a la que le tengo bastantes ganas. Un poco cara, pero hay que soportar la empresa española aunque sea desde aquí.

Pero soy asturiano, así que en esta entrada alcohólica no podía faltar la reina.


Sidra de casa con manzanas de Cenera. Ya se sabe que la sidra, en cuanto pasa el puerto Pajares ya no sabe igual, pero en este caso merecía la pena traer una botella para poder disfrutarla aquí también.


Besos para ellas y abrazos para ellos.