Me
doy cuenta de que cada vez tengo más cosas atrasadas. El mes pasado terminé por
fin con la ascensión del Fuji. La excursión merecía unas cuantas entradas pero
la verdad es que se ha hecho bastante largo. Me gustaría continuar y pasar
página un poco rápido pero antes tengo que hablar de la última visita que tuve
el año pasado. La verdad es que fue un año en el que tuve muchas visitas lo
cual es bastante inusual teniendo en cuenta la distancia que hay entre España y
Japón tanto en distancia como en sentido económico, que no es precisamente un
viaje barato.
La
última visita llegó a Sendai a principios de noviembre, justo para venir a ver
el kouyou. En este
caso se trató de una amiga de hace ya muchos años y su novio. Una vez más, una
amiga que me llegó gracias al karate.
Pasaron
varios días en Sendai pero la verdad es que no tuvieron mucha suerte con el
tiempo, les llovió bastante pero eso no les detuvo en su afán por conocer
diferentes sitios en Japón. Juntos fuimos a ver Matsushima donde
fuimos a ver el Entsu-in. Como llovía
no pudimos disfrutar mucho la visita y no hice apenas fotos, así que es mejor
que ponga el enlace a las que
hice dos años antes.
La
otra visita que hicimos juntos fue a ver Naruko-kyou.
Hace ya tres años estuve allí en el viaje de invierno con el laboratorio. En
realidad en aquel viaje
fuimos a esquiar y a Naruko-onsen. En
este caso fuimos a ver un sitio bastante famoso para ver los colores del otoño.
La pena es que por un lado, al estar más al norte incluso que Sendai, los
colores ya estaban un poco pasados y, como todo aquel fin de semana, estuvo
lloviendo también allí. Por suerte y para el bien del blog, un año antes ya
había estado allí y tuve mucha suerte porque hizo muy buen tiempo y los colores
estaban en su mejor momento, así que os puedo enseñar algunas fotos.
Como
podéis ver, el sitio es en realidad una garganta (kyou峡) bastante profunda. Hace tiempo se
podía caminar por el fondo pero tras el terremoto del 2011 se dañaron varias
pasarelas y creo que aún no las reconstruyeron.
También
hay una línea de tren que pasa por allí. Es una línea regular pero hay un tren
turístico que parece una antigua máquina de vapor. No sé si es una imitación o
un tren antiguo de verdad, pero me gustaría montar en él de todas maneras. Lo llegamos
a ver pasar pero no me dio tiempo a sacar ninguna foto.
Para
no faltar a las viejas costumbres, la comida es algo que no puede faltar. Esto que
os pongo aquí son una especie de truchas que están muy buenas. Yo nunca lo
comí, pero la imagen se parece a las fotos que vi de los espetos malagueños. Se
espetan las truchas en las estacas y se hacen a la brasa sobre una mesa
recubierta de arena. No es una playa del sur de España pero están muy buenas.
Ellos
hicieron otra visita desde Sendai, en este caso a Hiraizumi y luego continuaron
su viaje por Japón. Fue muy exhaustivo planeado todo por mi amiga hasta el
último detalle, así que si queréis tener un idea de cómo aprovechar al máximo dos
semanas en Japón, mejor os ponéis en contacto con ella.
Besos
para ellas y abrazos para ellos.