Voy a seguir carboneando un poco más.
Hace
unos años estuve brevemente en Estados Unidos, de paso hacia Chile. Pero en
esta ocasión, pude pasar varios días para asistir a otro congreso sobre materiales
de carbono, esta vez en Pensilvania. La Pennsylvania
State University, donde tuvo lugar el congreso, está situada en State College, o más bien se podría
decir lo contrario, porque el pueblo creció alrededor de la universidad. Cerca del
pueblo hay un pequeño aeropuerto a donde llegamos después de pasar por
Washington. Allí hicimos escala en el aeropuerto de Dulles. Para aquellos que
no sean muy fans de Die Hard (La jungla de cristal), allí es donde tiene
lugar la segunda
película de la saga, con John McClane corriendo por las pistas.
Como se ve en muchas películas, en EE.UU. es bastante difícil sobrevivir
sin coche. Además, nuestro hotel estaba bastante lejos del centro del pueblo y
el sitio donde tuvo lugar el congreso estaba también lejos, a su vez. Así que
nosotros decidimos alquilar un coche para movernos, y fui yo quien hizo de
chófer. Y digo chófer en lugar de conductor porque tuve que llevar a mi jefe a
una cena de jefazos y a los demás a otras historias. De todas maneras, no me
importó ya que me gusta conducir.
Como se ve en la foto anterior, los coches no tienen matrícula delantera,
lo que me pareció bastante raro. Me di cuenta de esto cuando paramos en un
aparcamiento público y los letreros indicaban expresamente que se aparcara de
frente, para dejar la matrícula a la vista.
El primer día pudimos dar una vuelta por el centro del pueblo. No es que
tenga muchas cosas para ver, al menos no en el tiempo que tuvimos. En el mismo
centro se encuentra este edificio.
Este es el Hotel State College, que
fue construido por Bernard McClain (¿tendrá
algo que ver con John aunque el apellido se escriba diferente?), el primer
habitante de State College. Hacia el noroeste se encuentra una parte del campus
de la universidad, la más antigua, con el Old
Main.
Siguiendo con el paseo, nos encontramos con uno de los típicos Diner.
Por mí, hubiera entrado aquí a cenar algo, pero mi jefe, que estuvo
viviendo un año en State College como postdoc hace 25, quiso ir a un
restaurante chino donde solía ir a comer de vez en cuando con su familia porque
era lo más parecido a comida japonesa que podía encontrar allí por aquel
entonces.
En la misma calle que el diner vi
el siguiente banco.
No es que sea muy interesante, la verdad. Pero me trajo a la memoria mis
comienzos en Inglaterra, cuando le cogí un poco de manía desde que no me
aceptaron como cliente.
Antes hablé de comida, así que aquí van unos ejemplos de la suculenta
cocina estadounidense.
El último plato es meatloaf, algo
que siempre quise probar (no al cantante), y quizás lo más elaborado que comí. Cada día por la
mañana teníamos el desayuno en el hotel, de donde quise llevarme esta máquina
conmigo.
Así podría hacerme gofres todas las mañanas. Pero teniendo en cuenta lo que
subí de peso en una semana, me alegro de que no me cupiera en la maleta. En el
desayuno siempre había una mujer atendiendo que era muy amable. La verdad es
que fue algo que me llamó la atención de la gente, eran todos muy amables. Es cierto
que tuve contacto más que nada con gente que tenía que atender al público, pero
he estado en varios países y, después de Japón, es donde mejor me han tratado. Siempre
con un saludo agradable y una sonrisa. También es cierto que la zona es muy
rural y quizá en las ciudades grandes sea diferente. Por ejemplo, para volver,
hicimos una noche en Chicago, y en tan poco tiempo ya noté la diferencia.
La universidad tiene un equipo de fútbol americano universitario bastante
fuerte, los Nittany Lions, que juegan
en el Beaver Stadium, el cual tiene
una capacidad de más de 100000 personas. Hay que tener en cuenta que la mayor parte
son asientos corridos, pero pocos estadios de fútbol en el mundo se pueden
comparar. La cena de gala del congreso tuvo lugar en el estadio, aunque no había
partido y no se podía llamar cena de gala cuando es de buffet y en platos de
plástico.
Durante la estancia, me daba la impresión de estar como en una película o
serie de televisión. Como ejemplo, un par de fotos de un día que pude dar un
pequeño paseo por una zona residencial.
Por supuesto, la bandera está presente en casi todas las casas. Otro ejemplo
eran los autobuses.
Yo pensaba que estos autobuses no existían de verdad, que sólo aparecían en
las películas de colegios, donde siempre sale el protagonista acosado por el malo
nada más subirse a uno. Y ya que hablo de colegios, y además estaba en una
ciudad universitaria, también debería hablar de libros, que son el
transporte de la cultura.
El último día antes de coger el avión camino de Chicago, hicimos algo de
turismo y fuimos a un pueblo cercano, Bellefonte.
Se trata de una pequeña población que tiene un centro con edificios de tipo
victoriano y un agradable parque a la ribera de un río.
En la foto anterior se puede ver que el puente se llama Veterans Bridge, nombre
que se le puso recientemente.
Se nota que honrar a los veteranos de guerra es algo muy arraigado e
importante en la sociedad estadounidense. Algo parecido pasaba en Inglaterra. Para
los españoles es más complicado tener este sentimiento supongo que será porque durante
mucho tiempo, sólo los veteranos de un bando fueron recordados públicamente. Pero
no es este el sitio para estas discusiones.
Siguiendo la calle principal se llega la sede del condado donde están los
juzgados (Center County Courthouse).
Para saber qué era, me acerqué a la puerta donde vi este curioso aviso.
Si no se pueden llevar armas dentro ¿acaso se pueden llevar fuera? Claro,
es verdad, es EE.UU. Por lo menos tampoco se puede fumar, que eso sí que mata. Cuando
estaba sacando la foto, salió un hombre uniformado a preguntar que qué estaba
haciendo. Al ver su cara de malas pulgas balbuceé una disculpa y me fui de
allí. En frente de este edificio me encontré con este centro.
Fe y armas, no siempre han sido una gran combinación.
Se trata de un retrete con una cubierta de film de plástico que se cambia automáticamente al dar la cisterna. Y yo que pensaba que ya había visto todo en cuestión de retretes.
En líneas generales, mi primera experiencia real en EE.UU. me gustó
bastante. Pero, como dije antes, la muestra que tuve fue de una ciudad
universitaria en una zona rural, así que no creo que sea representativa. Siempre
quise visitar el país pero más que nada los grandes parques del oeste, pero
para eso se necesita mucho más tiempo. Queda para otro momento.
Besos para ellas y abrazos para ellos.