Bien, de nuevo me he retrasado en poner una entrada pero, por suerte o por desgracia, este mes no he hecho gran cosa, así que me estoy cerca de ponerme al día.
Hace algo más de un mes, mi jefe me propuso ir en su nombre a una reunión de un grupo de trabajo europeo que iba a tener lugar en Burdeos ya que él tenía otra reunión que le coincidía. Como os podéis imaginar, mi respuesta fue afirmativa, no me iba a perder un viaje a una ciudad que aún no conocía. Además de la reunión, pude asistir a un mini-congreso sobre supercondensadores, que suena muy bien, pero no es que sea algo demasiado complicado. Además, no me voy a poner a explicar esto, ya que es de trabajo.
El resultado fue que me pasé casi cinco días en Burdeos, tres para la conferencia y yo lo alargué para volver de domingo, pasando el fin de semana allí.
Para explicar un poco el título, no es que yo me fuera de cata de vinos. Es que la organización de la conferencia nos llevó a cenar a un château, que en Burdeos no tiene por qué ser un castillo, si no que se refiere a cualquier finca productora de vino. Lo malo es que esa noche no me llevé la cámara, así que os tengo que poner una foto sacada con el móvil que no quedó demasiado bien.
Por lo menos sirve para hacerse una idea del sitio, que no estaba nada mal.
Antes de comenzar con el paseo por Burdeos, unas palabras sobre la ciudad en general. No es que sea muy grande aunque es mundialmente conocida como la capital del vino. Sí, mal que nos pese a los españoles, el vino francés es mucho más conocido que el español. El momento de mayor esplendor de la ciudad fue en el siglo XVIII, de cuando datan muchos de los edificios del centro histórico de la ciudad, conocido como Puerto de la Luna, el cual fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2007. Como curiosidad, cuando estaba paseando por la ciudad, me parecía como estar en una especie de París en pequeño, y ahora, buscando información para la entrada del blog, leí que se utilizó Burdeos como modelo para la renovación de París en el siglo XIX ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?
La ciudad está situada a orillas del río Garona, uno de los ríos más grandes de Francia, justo antes de comenzar el estuario de Gironda, que también es el nombre del departamento del cual es capital Burdeos. Ahora voy a soltar un pequeño rollo de cómo mi relación con este río viene de muy atrás. Tan atrás que me tengo que remontar a 1994, año en el que empecé a hacer travesías por los Pirineos de una semana de duración todos los años por el verano. Aquel año coincidió que subimos el Aneto, haciendo noche el día antes en el Plan de Aigualluts. En esa explanada se unen las aguas de deshielo del Glaciar del Aneto, sumiéndose en una dolina de origen kárstico, con unas impresionantes paredes verticales, el Forau d’Aigualluts. Las aguas vuelven a ver la luz en el Valle de Arán, una región del Pirineo leridano que está en la vertiente francesa, por lo que las aguas discurren hacia ese país. El Garona también pasa por Touluse, ciudad en la que estuve hace tres años para visitar a Joan (conocido por su blog Reunionés) que estuvo allí de erasmus. Si es que al final está todo conectado.
Voy a comenzar el paseo por Burdeos en la catedral de St André, del siglo XI.
No logré encontrar nada particular sobre la planta de esta catedral, sin embargo a mí me llamó la atención. No sé muy bien cómo explicarlo, parece que la fachada principal es la que se ve en la foto con las dos torres, pero no es así, se trata del brazo norte del transepto. Si no recuerdo mal, el otro lado no era tan espectacular y tampoco la fachada “principal”. El caso es que me daba la sensación de que le faltaba algo.
A la izquierda de la catedral en esta foto se encuentra la torre del campanario o Torre Pey Berland, del siglo XV, coronada por una estatua de Nuestra Señora de Aquitania en el siglo XIX.
A la derecha de la foto de la catedral se puede ver el Palacio Rohan, antigua residencia arzobispal (1772-1784) y es la actual sede del ayuntamiento u Hôtel de Ville desde 1837.
Desde aquí se puede ir hacia la Place Gambetta, cerca de donde tenía yo el hotel. La plaza en sí no es que fuera gran cosa, pero en una de sus esquinas estaba esta puerta, la Porte Dijeaux.
No sé muy bien qué son estas puertas, pero estaban en varios sitios de la ciudad, algunas incluso más grandes. Me da la impresión de que formaban parte de algún complejo defensivo y que se respetaron durante la reconstrucción. Desde la Place Gambetta se puede bajar hacia la Place de la Comédie donde se encuentra el Grand Théâtre, de 1773.
Desde allí se puede llegar en seguida al Monument aux Girondins, de finales del XIX, erigido para recordar el espíritu ideal revolucionario de los Girondins, un conjunto de hombres de negocios burgueses que se esforzaron por buscar el bien de la ciudad. Al menos eso es lo que ponía una placa cerca del monumento.
Aquí os pongo un detalle de una de las dos fuentes que están al pie de la columna.
Este monumento se encuentra en uno de los extremos de la Esplanade des Quinconces, una de las mayores plazas de Europa con 12 hectáreas. Me hubiera gustado poneros una foto de esta plaza, pero estaban en fiestas y estaba ocupada por un montón de atracciones de feria (en las fotos anteriores se puede ver parte de una noria).
Desde aquí yo me alejé un poco del centro, yendo hacia el norte a una calle, la rue de Notre Dame, donde me dijeron que había un mercadillo de antigüedades y de libros usados. En esta calle vi una iglesia que me llamó la atención, la iglesia de St Louis.
Como podéis ver, se trata de otra de mis panorámicas. Lo que me llamó la atención de esta iglesia no fue su construcción si no que estaba a 2/3 de limpiar y sin visos de ser limpiada en breve a juzgar por la falta de andamios. No sé, supongo que se les acabaría el presupuesto antes de poder terminar.
Desde aquí se puede volver caminando hacia el centro dando un paseo por la orilla del río, a lo largo del Quai Louis XVIII.
Al fondo de esta imagen se puede ver (con un poco de imaginación) el Pont de Pierre de cual hablaré un poco más abajo.
Continuando el paseo ribereño se puede llegar hasta la Place de la Bourse, una preciosa plaza de 1729-1777 dedicada a Louis XV.
Esta panorámica me quedó un poco distorsionada, a ver si aprendo a corregir esos defectos. Para que os hagáis una idea, se trata de una especie de media luna abierta hacia el río, es decir, el río está a la espalda según se mira la foto.
Desde aquí se puede continuar por el río hasta llegar a la Porte Cailhau, una puerta de 35 metros de altura erigida para honrar a Charles ???. El porqué de los interrogantes es que no tengo muy claro a qué rey estaba dedicada, ya que en la placa que explicaba el origen de la puerta hay tres números diferentes, en la explicación en francés es VIII, en inglés VII y en español III. Creo que se trata de Charles VIII por lo que he podido encontrar. Bueno, aquí va la puerta, que es lo que interesa de verdad.
Entrando en el centro antiguo de la ciudad por esta puerta se puede llegar hasta la antigua plaza del mercado real de 1760 con una fuente de 1865, la Place du Parlament.
Desde aquí se puede salir un poco del centro pasando por la Porta Sancti Jacobi, que no tengo ni idea de su origen, pero algo tiene que ver con el Camino de Santiago. Lo que sí sé es que la campana se erigió en 1775, si el resto de la torre se construyó por entonces, no lo sé.
Desde aquí no lleva mucho el llegar hasta la Place Canteloup, donde se encuentra la basílica de St Michel. La basílica está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad, sin embargo aquí os voy a poner nada más que la foto del campanario, la Flèche St Michel, una torre de 114 metros de altura (por lo cual se merecía otra de mis panorámicas), terminada en 1492, pero destruida varias veces, por lo que la torre actual es el resultado de una reconstrucción de la segunda mitad del siglo XIX.
Desde aquí se llega fácilmente al puente que mencioné antes, el Pont de Pierre, o Puente de Piedra.
Este es el primer puente sobre el Garona en Burdeos, mandado construir por Napoleón I como estrategia militar. Como curiosidad, el puente tiene 17 arcos, el mismo número de letras que hay en Napoleón Bonaparte.
Antes de terminar esta entrada, una nota sobre la capacidad de esta ciudad de incorporar elementos modernos a su casco antiguo.
En Burdeos hay tres líneas de tranvía que circulan por el centro de la ciudad. En la foto llama la atención la falta de cables aéreos. Esto es debido gracias a un sistema que se desarrolló expresamente para esta ciudad. Se trata de un sistema de alimentación por el suelo, de manera que en el centro los tranvías usan ese sistema mientras que en las afueras usan el tradicional aéreo porque es menos costoso y más fiable. No estoy muy seguro de si estos tranvías usan sistemas de regeneración de energía durante el frenado. Todos hemos oído hablar del famoso KERS, en el que almacena la energía del frenado en un volante de inercia, pero como nota para cerrar esta entrada donde empecé, en los sistemas que se están investigando e incluso implementando en muchos prototipos y vehículos comerciales, se utilizan supercondensadores que recuerdo que fueron el motivo de mi visita a esta ciudad.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
¡¡¡Bien!!! Una entrada. Ya tenía mono.
ResponderEliminarGirondins es además el nombre del equipo de fútbol de Burdeos. La Gironde, la provincia (como bien ha dicho Alberto) y Aquitania la región.
La puerta esa del rey charles es muy conocida. Cuando veías simbolitos de esos para representar una ciudad, en Burdeos ponían esa puerta.
Las fotos, geniales, hasta la del móvil. Me hubiera gustado estar en al cena, jeje
¡¡Un abrazo muy fuerte!!
Yo también tenía mono de entrada!!!
ResponderEliminarMuy chulas las fotos, como siempre.
Me hizo gracia las conexiones que hiciste. Te pareces a Sofía, la de las chicas de oro: Pirineos 1994...jejeje
Besos!!
Cierto, ya tenía ganas de ver otra entrada.
ResponderEliminarParece que hayamos estado allí contigo. Todo muy bien explicado y con las fotos, todo muy bien visto.
Falta el menú y que nos cuentes si estaba bueno.
Besicos faticos.