Hace
mucho tiempo que no escribo aquí, más del que me gustaría aceptar. La principal
razón es por culpa del trabajo, ya que al final de un día de estar delante del
ordenador o en el laboratorio, no quedan muchas fuerzas para ponerse a
escribir. La otra razón fue la
última entrada. Recibí comentarios en la misma y por correo que me dieron
la impresión de que había enfocado mal el tema de la misma; no quería dar pena
porque me considero un privilegiado. Pero bueno, mejor dejar este tema a pesar
de que podría seguir escribiendo mucho sobre ello (hasta el mismo rey me ha
dado razones para hacerlo), además mucha otra gente ha hablado y hablará de
ello y mucho mejor que yo.
Aquí
voy a volver a temas de la vida en Japón, que al final es lo que interesa. Para
ello, tengo que volver muy atrás, tan atrás como el título de la entrada
indica. Esto es en invierno, cuando en el laboratorio hicimos un viaje al que
fuimos casi todos los miembros del mismo. Aquí suele ser bastante típico hacer
un viaje de invierno y otro de verano (como ya conté
hace algún tiempo). En este caso, como es fácil de deducir, voy a hablar
del 冬旅行, es decir, Fuyu Ryokou o Viaje de Invierno.
El
viaje fue ya en febrero. No había puesto antes una entrada porque estaba
esperando por fotos para poner, pero no he conseguido otras así que tengo que
conformarme con las que me han pasado hasta ahora. Por aquel entonces hacía
bastante frío por estas longitudes y había bastante nieve. Para el primer día
del viaje había dos opciones. Una gente fue directamente al hotel en Naruko
Onsen y se dieron un baño en un onsen de la zona. Yo me decidí por la otra
opción, ir a una estación de esquí en Onikoube.
Mi única experiencia previa con el esquí habían sido unos días, cuatro años
atrás, así que me dije ¿por qué no? La
mayor parte de la gente iba a hacer snowboard por lo que yo me apunté también
ya que me dijeron que no era demasiado difícil empezar. Fuera como fuera, yo
quería pasar un tiempo al aire libre porque hacía mucho que no lo hacía. El día
empezó un poco torcido, el tiempo no acompañaba y además tuvimos problemas en
la carretera con un accidente y muchas colas. Al final llegamos al sitio, una
pequeña estación de esquí y el tiempo, aunque no había cambiado mucho, nos
permitió hacer unas cuantas bajadas. Como os podéis imaginar, yo no pude llevar
mi cámara durante la mayor parte del día (una réflex), así que no os puedo
poner ninguna foto mía. De los que sí llevaban cámara sólo uno me pasó fotos,
así que serán las que pueda poner. Yo soy más de paisajes, y el que se veía
desde las pistas era precioso, pero el de la cámara iba más a la gente, así que
no puedo poner muchas fotos por mi propia política de privacidad (aunque
siempre ponen fotos en la página web del laboratorio, así que no habrá
problema).
En primer lugar, aquí os pongo una foto en la que parece que estoy disfrutando y que además parece que sé lo que estoy haciendo (al menos estoy en pie sobre la tabla).
Lo cierto es que era verdad que estaba disfrutando de lo lindo. Es fácil de empezar con el snowboard, otra cosa es continuar y hacerlo bien, sobre todo si no se tiene miedo a las caídas ni a dejarse el culo frío y dolorido de las sentadas que se dan. Además, según me dijeron, ese día las condiciones de la nieve eran muy buenas. En la siguiente imagen, aunque lo principal son los elementos que aparecen en primer plano, podéis ver un poco del paisaje que se veía desde las pistas.
En
este
enlace podéis ver otra imagen, aunque no tiene nada que ver con lo que yo
vi. En un día despejado parece que las vistas son muy bonitas pero con las
nubes bajas y el cielo cubierto, el paisaje tiene cierto encanto que no se
encuentra en el otro caso.
Al terminar en la estación de esquí, nos reunimos con el resto del grupo en el hotel en Naruko y tomamos la cena todos juntos. Este viaje también tenía como objetivo la despedida de los estudiantes de máster que terminaban un poco más tarde, en marzo, y del otro español que estaba aquí, quien volvió también a finales de marzo para España. Como suele ser habitual aquí, la primera fiesta dio paso a la segunda o (二次会), nijikai, la cual se hizo en una habitación y consistió básicamente en beber. La verdad es que hacía tiempo que no bebía tanto. Me quedé hasta el final, momento en el que empezamos a jugar a piedra, papel o tijera, quien perdía, bebía un trago y así hasta terminar toda la bebida que se había llevado (es que el duro aún no ha llegado a Japón). Ni qué decir que acabé bastante mal. De esto hay fotos y vídeos, pero pueden atentar contra el buen gusto, así que mejor lo dejo.
Al día siguiente, el otro chico español, un japonés y yo, todavía muy perjudicado, volvimos a la estación de esquí. Mantenerme en pie sobre la tabla me costó bastante más que el día anterior, yo quiero creer que fue porque la nieve estaba mucho peor (más hielo debido al descenso de temperaturas) y no a que mi estado era un poco… digamos que precario.
Como anécdota, decir que el día anterior en el hotel me di cuenta de que había perdido el reloj y lo recuperé el segundo día, al parecer alguien lo encontró al lado de uno de los remontes. Gracias a la buena voluntad de los japoneses pude recuperarlo. Este reloj había sido un regalo de Reyes de este año en sustitución de mi anterior reloj que había perdido hace unos meses. No se lo he dicho a mi madre todavía por vergüenza, así que hoy, cuando hable con ella se lo diré para que no se entere por esta vía.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Hola.
ResponderEliminarSólo has esquiado 4 días como dices pero ya te has lanzado al mundo "friki" o "surfero". ¡Ojo que engancha! O eso les pasa a casi todos. Yo sigo de "palillero", al menos hasta que me enseñes, jeje.
Muy chulo el paisaje. Por algo los llaman los alpes japoneses.
Lo único malo de los días cubiertos es que no se aprecian bien las irregularidades de la nieve y a veces engañan.
Ah, esquiar con resaca es mejor que otras opciones gracias al fresco del aire y la nieve, sobre todo si no hace sol.
¡Un abrazo preto!
Qué arte tienes sobre la tabla!!! (aunque sea en parado).
ResponderEliminarAunque hace un montón de años que no voy a "esquiar" yo soy más del culo-esquí: bolsa de plástico y a dejarse llevar monte abajo, jejeje.
La foto del día despejado es impresionante, una pena que no lo pudieras disfrutar; aunque es una razón más para volver!
Besos!!
Como son las cosas, esa historia del reloj, parece que me hubiera pasado a mi!!! la de relojes perdidos que llevo.
ResponderEliminarMe encantan todas las experiencias que estas acumulando por ahi. El día de mañana, valen mucho. Sobre todo haber aprendido a hacer snow, hehe.
Te queda de miedo la tabla!!!! Das el pego totalmente, parece que lo llevas haciendo toda la vida.
ResponderEliminarYa te echaba de menos, cuánto tiempo sin saber de tí!!!!!!
Besicos
¡Albertico guapo, por fín! Ya pensábamos que pasabas de nosotros.
ResponderEliminarTotal, que por no andar mirando todos los días, he hecho tarde.
Bueno, estás estupendo en los deportes de invierno, se te ve muy puesto y... vertical.
Besicos faticos desde estas ¿longitudes? ¿latitudes? ¿las dos cosas? (no distingo entre unas y otras)
Pareces un "pofesional" Obi,jeje.
ResponderEliminarVaya sitios más chulos que frecuentas.
Me alegra mucho volver a saber de ti.
Un abrazo enorme y ya queda menos !!
kangel