El lunes día 5 por la mañana, después de desayunar, Carlos se fue a ver el Zenkoo-ji, mientras que yo, por mi parte, me fui a trabajar. La mañana tendría interés si esto lo contara Carlos, pero lo estoy haciendo yo, así que os tendréis que conformar.
Quedamos al mediodía para comer en un restaurante de sushi que me recomendó la secretaria del instituto, gracias Yamada-san. Se trataba de uno de esos restaurantes en los que la comida va en platos sobre una cinta transportadora. En ellos se pueden coger los platos que se quieran y luego se paga dependiendo del tipo y la cantidad de los mismos que se hallan cogido. También se pueden pedir platos al cocinero, quien está tras la barra, si no se ven en la cinta. He ido en tres ocasiones a comer sushi durante mi estancia en Japón, y me parece que esta fue la vez que más me gustó.
Después de atiborrarnos de pescado crudo y arroz, nos fuimos en busca de un onsen que nos indicaron en la oficina de turismo. Lo malo es que se nos hizo tarde para coger el autobús que, en principio, hace el viaje gratis hasta la zona, en la que hay varios de esos baños japoneses. Por suerte, se trataba de un sitio al que se puede llegar fácilmente andando. Además, resultó que el onsen en cuestión era el mismo al que me habían llevado hacía unas dos o tres semanas, así que, como recordaba más o menos el sitio y su funcionamiento, no tuvimos problemas para tomar el baño.
Después de esto nos fuimos a cenar ramen a un restaurante al que había ido muchas veces, ya que queda cerca de la estación de trenes y tiene una carta accesible a extranjeros, vamos, que tiene fotos. Allí montamos un buen espectáculo para pedir una simple cerveza, y todo porque, ni la señora ni su hijo, sabían cómo preguntarnos si queríamos cerveza con o sin alcohol. Creo que la señora todavía se está riendo de nosotros.
Tras tomar la cena, sólo nos quedó volver a mi despacho para ver el correo y después a mi habitación para dormir algo.
De momento esto es todo.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
De verdad, el onsen fue de las cosas que mas me gustaron de japon, si exceptuamos Shibuya, claro, hehe. Tener una cultura del baño asi, dice mucho de un pais, y es claro, de lo mas interesante de ver y experimentar.
ResponderEliminarSobre el sushi, pues medio si y medio no, creo que hay que evitar los que tienen colores vivos, si quieres salir vivo de ahi, pero en general muy bueno.
El templo pues muy interesante, sobre todo porque es uno de esos templos con mucha actividad y puedes ver a la gente haciendo sus cosas como a diario que es lo mejor. Y por cierto, Berto, el que lo cuenta interesante eres tu tio, yo solo me dedico a mirar y sacar fotos de pajaros y colegialas, hehe