Este fin de semana no he ido a ningún sitio ya que tenía algo más importante que hacer. Al final me he mudado de casa. Todo aquel que haya hablado conmigo más de un minuto sabrá cuál era mi situación en la casa anterior, así que no voy a repetirme, no sólo por no ser pesado, si no también porque no me gustaría dejar aquí escrito mi opinión sobre alguien que no va a poder leerlo y defenderse.
De todas maneras voy a hablar un poco de cómo era el sitio donde estaba viviendo hasta ahora. Se trataba de una casa de dos plantas con dos habitaciones en una zona residencial llamada Goldsworth Park, que se construyó entre los años 70 y 80 del siglo pasado. Para que os hagáis una idea, aquí os pongo un mapa de la zona.
Cuando enseñé este mapa a un compañero de mi antiguo trabajo, quien es físico también, me hizo este comentario friki: “¡eh tío, parece un mapa fractal!” Para quién no esté muy familiarizado con este término, viene a ser un mapa que se genera de una manera autosemejante, es decir que todas las pequeñas partes son similares y a su vez similares al total. Y esto lo sufrí en mis propias carnes. El mes que llegué a Inglaterra, antes de empezar a entrenar Karate, salía a correr un rato por las tardes. Las primeras veces que lo hice, siempre me costaba encontrar el camino de vuelta, ya que todas las calles eran parecidas con casas prácticamente iguales, así que se puede decir que he sido una víctima fractal, suena a novela de ciencia ficción. Por suerte, la casa está cerca del centro comercial de la zona, así que sólo tenía que encontrar una señal que indicara el sitio y seguirla. El caso es que en la zona no hay nada, así que si quería hacer algo tenía que coger siempre el coche.
La ciudad más cercana a Goldsworth Park es Woking. Sí la de “Woking on sunshine” o “These boots are made for Woking”… bueno, ahora no estoy seguro de si estas canciones eran así. En un primer momento, mi intención era la de buscarme algo en el centro de esta ciudad. Sin embargo, no es un centro muy agradable que digamos. Lo único que tenía de bueno es que está más cerca de Londres y hay autobuses directos al aeropuerto de Heathrow. Por otro lado, me dijeron que no era el mejor sitio para vivir. Así que me decanté por venir a Guildford. Esta ciudad, que es la capital de la provincia de Surrey, tiene un centro mucho más agradable, con un castillo y todo, bueno, lo que queda de él, que es más bien poco. La calle principal del centro está bastante bien para darse un paseo si quieres mirar tiendas y tiene alguna cafetería y pubs interesantes. En general, a mí me parece que tiene un carácter propio mucho más marcado que el de Woking. Además, también hay trenes directos a Londres desde aquí. No tengo ninguna foto de Guildford ni de Woking, pero más adelante hablaré un poco de ellas e intentaré poner alguna imagen.
Una vez decidida la ciudad donde quería vivir, me dediqué a buscar un sitio más o menos decente donde dar con mis huesos. Esto parecía una tarea más o menos fácil al principio, ya que la ciudad es relativamente grande y tiene un centro de negocios además de Universidad, por lo que el mercado de casas de alquiler tenía que ser suficientemente amplio como para encontrar algo rápido. Pero no fue así. El principal problema es que no tenía número de teléfono, así que todas las gestiones las tenía que hacer mediante correo electrónico, y la gente no suele contestar los mensajes. De los que me contestaban fui a ver varias casas, a cada cual peor. Una habitación se anunciaba como piso independiente y lo que tenía era un lavabo en la habitación y el resto compartido con una señora de 50 años por lo menos y un señor del que no quise ni preguntar. Varias habitaciones estaban en casas compartidas con otros cuatro con un solo baño al que se accedía por la cocina, cosa que no entiendo muy bien. Si unimos esto a que la limpieza en general, según lo que yo he podido observar, no es una cosa que les lleve mucho tiempo a los ingleses, tener un baño compartido entre cinco, no es lo mejor que digamos. De todas maneras, el tema limpieza merecería una entrada aparte, pero me temo que no puedo ser muy benevolente en este aspecto, así que creo que me voy a inhibir de hacer comentarios al respecto… al menos de momento, hasta que esté demasiado harto.
Al final encontré el sitio desde donde estoy escribiendo estas líneas. Se trata de una casa compartida con otros tres chicos. La habitación es mucho más grande que la anterior, pero para eso os he preparado este vídeo de las dos habitaciones vacías, para que vosotros mismo podáis comparar. El vídeo no es demasiado bueno porque lo hice con el móvil que compré hace semana y media (el número no lo pongo aquí por aquello de la privacidad). Además, le rebajé la calidad para que no ocupara demasiado en el blog.
La música es de Los Pericos, por si a alguien le interesa. Evidentemente, la primera que aparece es la habitación en la que estaba antes. La casa donde estoy ahora tiene dos baños, lo cual no suele ser muy habitual por lo que comenté más arriba, y una cocina muy amplia. Los compañeros son agradables, hacen mucha vida en el cuarto, pero de momento he hablado más con uno de ellos en unos días que con el antiguo compañero en un mes. Ya veremos qué tal va el asunto.
Por cierto, cambiando radicalmente de tema, ayer hizo tres meses de mi llegada a estas tierras. De momento no tengo mucho que celebrar por aquí, por eso lo comento aprovechando esta entrada, ya que no me parece que merezca ninguna aparte.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
De todas maneras voy a hablar un poco de cómo era el sitio donde estaba viviendo hasta ahora. Se trataba de una casa de dos plantas con dos habitaciones en una zona residencial llamada Goldsworth Park, que se construyó entre los años 70 y 80 del siglo pasado. Para que os hagáis una idea, aquí os pongo un mapa de la zona.
Cuando enseñé este mapa a un compañero de mi antiguo trabajo, quien es físico también, me hizo este comentario friki: “¡eh tío, parece un mapa fractal!” Para quién no esté muy familiarizado con este término, viene a ser un mapa que se genera de una manera autosemejante, es decir que todas las pequeñas partes son similares y a su vez similares al total. Y esto lo sufrí en mis propias carnes. El mes que llegué a Inglaterra, antes de empezar a entrenar Karate, salía a correr un rato por las tardes. Las primeras veces que lo hice, siempre me costaba encontrar el camino de vuelta, ya que todas las calles eran parecidas con casas prácticamente iguales, así que se puede decir que he sido una víctima fractal, suena a novela de ciencia ficción. Por suerte, la casa está cerca del centro comercial de la zona, así que sólo tenía que encontrar una señal que indicara el sitio y seguirla. El caso es que en la zona no hay nada, así que si quería hacer algo tenía que coger siempre el coche.
La ciudad más cercana a Goldsworth Park es Woking. Sí la de “Woking on sunshine” o “These boots are made for Woking”… bueno, ahora no estoy seguro de si estas canciones eran así. En un primer momento, mi intención era la de buscarme algo en el centro de esta ciudad. Sin embargo, no es un centro muy agradable que digamos. Lo único que tenía de bueno es que está más cerca de Londres y hay autobuses directos al aeropuerto de Heathrow. Por otro lado, me dijeron que no era el mejor sitio para vivir. Así que me decanté por venir a Guildford. Esta ciudad, que es la capital de la provincia de Surrey, tiene un centro mucho más agradable, con un castillo y todo, bueno, lo que queda de él, que es más bien poco. La calle principal del centro está bastante bien para darse un paseo si quieres mirar tiendas y tiene alguna cafetería y pubs interesantes. En general, a mí me parece que tiene un carácter propio mucho más marcado que el de Woking. Además, también hay trenes directos a Londres desde aquí. No tengo ninguna foto de Guildford ni de Woking, pero más adelante hablaré un poco de ellas e intentaré poner alguna imagen.
Una vez decidida la ciudad donde quería vivir, me dediqué a buscar un sitio más o menos decente donde dar con mis huesos. Esto parecía una tarea más o menos fácil al principio, ya que la ciudad es relativamente grande y tiene un centro de negocios además de Universidad, por lo que el mercado de casas de alquiler tenía que ser suficientemente amplio como para encontrar algo rápido. Pero no fue así. El principal problema es que no tenía número de teléfono, así que todas las gestiones las tenía que hacer mediante correo electrónico, y la gente no suele contestar los mensajes. De los que me contestaban fui a ver varias casas, a cada cual peor. Una habitación se anunciaba como piso independiente y lo que tenía era un lavabo en la habitación y el resto compartido con una señora de 50 años por lo menos y un señor del que no quise ni preguntar. Varias habitaciones estaban en casas compartidas con otros cuatro con un solo baño al que se accedía por la cocina, cosa que no entiendo muy bien. Si unimos esto a que la limpieza en general, según lo que yo he podido observar, no es una cosa que les lleve mucho tiempo a los ingleses, tener un baño compartido entre cinco, no es lo mejor que digamos. De todas maneras, el tema limpieza merecería una entrada aparte, pero me temo que no puedo ser muy benevolente en este aspecto, así que creo que me voy a inhibir de hacer comentarios al respecto… al menos de momento, hasta que esté demasiado harto.
Al final encontré el sitio desde donde estoy escribiendo estas líneas. Se trata de una casa compartida con otros tres chicos. La habitación es mucho más grande que la anterior, pero para eso os he preparado este vídeo de las dos habitaciones vacías, para que vosotros mismo podáis comparar. El vídeo no es demasiado bueno porque lo hice con el móvil que compré hace semana y media (el número no lo pongo aquí por aquello de la privacidad). Además, le rebajé la calidad para que no ocupara demasiado en el blog.
La música es de Los Pericos, por si a alguien le interesa. Evidentemente, la primera que aparece es la habitación en la que estaba antes. La casa donde estoy ahora tiene dos baños, lo cual no suele ser muy habitual por lo que comenté más arriba, y una cocina muy amplia. Los compañeros son agradables, hacen mucha vida en el cuarto, pero de momento he hablado más con uno de ellos en unos días que con el antiguo compañero en un mes. Ya veremos qué tal va el asunto.
Por cierto, cambiando radicalmente de tema, ayer hizo tres meses de mi llegada a estas tierras. De momento no tengo mucho que celebrar por aquí, por eso lo comento aprovechando esta entrada, ya que no me parece que merezca ninguna aparte.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Bueno, espero que ahora si puedas aposentar el traserin en un sitio más comfortable. Al menos lo parece. Me gusta la idea de que haya trenes directos a Londres....ya contarás....Animo que la cosa parece que pinta ir yendo mejor!!!! Muchos besines Primo, desde Xixón.
ResponderEliminarMuy buenas!
ResponderEliminarLo importante es que vas mejorando, lo voy a decir por lo bajini no sea que te gafe, pero por lo menos el espacio vital es otra cosa, muy buena la música.
Besos y abrazos para él.
Poco a poco, todo mejora. Con tiempo igual das un salto de calidad de nuevo. Aquí un compañero tb se ha mudado y auque solo sea por unos pocos meses le ha valido la pena.
ResponderEliminarLa música ideal. Eres mi ídolo.
La segunda habitación tienes bastante más espacio para ti, para trabajar... o eso me ha parecido.
En un sitio donde tienes que pasar mucho tiempo en casa, estar bien en ella es fundamental.
Un abrazo.
Albertico guapo, me alegro de que te encuentres más a gusto. Poco a poco te irás haciendo al lugar y al personal. Desde luego esas urbanizaciones (recuerdo el plano aéreo en la peli de Harry Potter) es cuando menos, inquietante. Para mí también es más agradable si puedes ir andando a hacer la compra o echarte unas pintas al cuerpo. Lo que dices de compartir piso: recuerdo el piso en Londres donde Roger y César tenían alquilada UNA habitación para los dos (por aquello de la economía); el piso (en forma de dúplex) tenía dos habitaciones (cada una con dos ocupantes), y el salón en el que estaba la habitación de los propietarios. Total 6 personas, con UN baño, esto es: lavabo y bañera y UN WC: taza y lavamanos. No nos ha contado mucho, pero espero que las horas de entrada y salida fuesen diferentes. Por cierto, había moqueta en toda la casa escepto en la cocina (sí, baño y wc incluidos); reservorio de hongos y gérmenes garantizado. ¡Con lo fácil que se limpia el gres!
ResponderEliminarBesicos de Wesqueta.
Jorge y Sara