jueves, 28 de octubre de 2010

...se pincha

Entre las dos primeras visitas de las que hablé en la anterior entrada decidí ir a un sitio que me llamaba la atención desde hacía tiempo. Este sitio es la Isla de Wight, la mayor isla de Inglaterra, situada al sur muy cerca de la costa. Para llegar allí, yo que había dicho que no volvería a coger un ferry nada más que para volver a España y aún así me lo pensaría dos veces, hay que ir en barco, como suele pasar con las islas.

El viaje de ida lo hice desde Southampton hasta Cowes. Se puede hacer desde Portsmouth, pero no tuve ganas de volver al sitio al que llegué con el coche hace casi un año. El viaje dura casi una hora y es un poco caro (creo recordar que algo más de 50 libras, incluyendo el coche). El viaje de vuelta lo hice por Lymington, que es un pueblo más pequeño pero está más cerca y el viaje cuesta la mitad.

Lo primero que visité en esta isla fue el castillo de Carisbrooke, situado muy cerca de Newport, la capital de la isla que es un condado toda ella. Aquí os pongo la entrada al castillo.

Y esta es una vista general del interior (otra de mis panorámicas).

Este castillo se comenzó a construir hacia el 1100, aunque, como la mayor parte de castillos, el resultado actual es una mezcla de los continuos cambios necesarios según las épocas, incluyendo una remodelación importante después de que la Armada española pasara muy cerca en 1588. Uno de los más ilustres habitantes de este castillo fue el rey Carlos I, que pasó aquí un par de años en 1647 tras salir derrotado de la Guerra Civil. Trató de escaparse varias veces, la última de ellas casi lo consigue si no llega a quedarse atascado en la reja de la ventana por la que pensaba que podía escabullirse sin quedar atascado. Una caricatura de la época lo muestra con la cabeza encajada entre los barrotes. Tal vez por ello decidieran decapitarlo un año más tarde en Londres, así no volvería a atascarse.

Una de las principales atracciones del castillo es el pozo de agua, la cual se extraía gracias a una noria movida por unos pequeños burros.


Estos burros actualmente viven bastante bien, ya que trabajan por turnos y lo hacen tan solo tres o cuatro veces al día por lo que, como hay cinco o seis burros, trabajan una vez cada día y medio como mucho. Además, antiguamente se utilizaban para sacar realmente el agua del pozo, pero ahora tan solo dan unas pocas de vueltas a la noria, lo que significa que apenas mueven el cubo unos pocos metros. Vamos, que las protectoras de animales no pueden decir que se estén explotando a los animalillos.

El siguiente sitio que visité fue uno de los que me habían movido a visitar esta isla. Se trata de los Needles, una formación de varias rocas de creta que surgen del agua en el extremo oeste de la isla. Aquí os pongo una imagen, que valdrá más de lo que yo pueda intentar explicar.

Esta imagen está tomada desde la Needles Old Battery, una antigua fortificación situada en lo alto de los acantilados blancos, que fue remodelada en la Segunda Guerra Mundial, pero que nunca entro en conflicto por suerte para los soldados aquí asignados. Al principio pensé que sólo se podía ver la formación desde la fortificación, así que pagué las más de cuatro libras por entrar a hacer la foto. Sin embargo, al dar un paseo más tarde por los alrededores, me encontré con que había un mirador desde el que se podían ver casi mejor, aunque desde un poco más lejos.

Para que os hagáis una idea de la altura que tienen los famosos Needles, el faro que está en el extremo mide 33 metros. El primer faro que se construyó en la zona en 1786 estaba en lo alto de los acantilados, pero la luz quedaba cegada por las frecuentes nieblas. Más adelante, en 1859, se terminó el faro que se puede ver ahora. Hasta 1994, año en que fue automatizado, el faro estaba manejado por 3 hombres, trabajando de dos en dos en turnos de dos meses con un mes de descanso. La verdad es que no me puedo imaginar un trabajo más tranquilo que este. A veces creo que yo hubiera servido para un trabajo así.

El nombre de Needles (Agujas) en realidad le viene de una de las formaciones rocosas que estaba en el hueco más amplio que se puede ver en la foto y que realmente tenía forma de aguja. Pero una tormenta acabó con ésta en 1764, a pesar de lo cual, el nombre se quedó grabado.

Después de esto estuve en Yarmouth, pero se me hizo tan tarde que no tengo ninguna foto del castillo que hay en este pueblo que no esté demasiado oscura. Sin embargo, sí que tengo esta de la puesta de sol.

Al día siguiente me di una vuelta en coche por la isla, con destino final la Osborne House, pero antes de hablar de esta casa, os pongo algunas fotos del camino hacia ella, el cual hice por el sur de la isla. La primera de ellas es de la Compton Bay.

También paré en un par de pueblos típicos ingleses con casas de piedra y tejados de paja, que creo que se llaman thatched cottage, que viene a significar eso mismo, casa con techo de paja, muy original. La siguiente foto la tomé en Godshill.

Es curioso, pero estos tejados me recuerdan por un lado a los teitos de alzada de la comarca vaqueira en Asturias y por otro a algunos de los tejados japoneses que estaban hechos también de paja, supongo que en este caso de arroz o algo parecido, aunque no lo sé a ciencia cierta.

Cuando pasé por un pueblo llamado Ventnor, cuando estaba parado en un semáforo me fijé en este típico restaurante inglés.

No sé si el toro estaría contento o no, pero seguro que no se come mal aquí.

La última parada que hice antes de llegar a la famosa casa fue para ver el Bembridge Windmill, un antiguo molino de viento parecido a los de Don Quijote, aunque es un poco posterior, más o menos de 1700, y es el único de este estilo que queda en la isla.

Bien, después de este viaje fotográfico, llegamos a la Osborne House.

Aquí es donde la reina Victoria y el consorte Alberto decidieron establecer su residencia de campo y, cuando murió Alberto, la reina se retiró hasta el día de su muerte, el 22 de enero de 1901. De hecho, se puede ver la misma cama donde esta poderosa reina pasó a mejor vida (o peor, no me voy a poner a hablar de las guerras coloniales que se mantuvieron durante la época victoriana). En el interior no dejan hacer fotos, así que os libráis de ellas.

Para que os hagáis una idea de los terrenos que domina la casa, aquí os pongo una foto donde se ve parte de ellos, con Portsmouth al otro lado del mar, aunque no se distingue demasiado bien, pero seguro que confiáis en mi palabra.

Dentro de los terrenos de la casa se encuentra la Swiss Cottage, una casa de madera donde los niños mimados de la monarquía que iban a ver a la abuela Victoria recibían clases y jugaban.

Ahora la casa se expone a modo de museo. Además, hay una casa cercana que se estableció como museo recogiendo los “regalos” que algunos miembros de la familia real recibían en sus viajes por las colonias.

Cerca de esta casa se encuentran expuestos dos curiosos artefactos. Aquí os pongo la Bathing Machine, literalmente Máquina de Baño, que utilizaba la reina victoria para meterse en el mar sin que nadie le viera las carnes, a pesar de que probablemente se bañaría con uno de esos trajes que se ven en las películas.

Lo otro es la Alberta Deckhouse. No conozco muy bien el vocabulario relacionado con los barcos, pero viene a ser una caseta de cubierta. En ésta fue donde se llevó el cuerpo de la reina tras su muerte a bordo del Alberta (los barcos en Inglaterra tienen nombre femenino, creo que en España también) hasta Portsmouth.

Más o menos esto fue todo lo que vi por allí. Siempre se me queda algo en el tintero, pero es que no tengo tiempo a escribir más últimamente y aún me queda mucho para ponerme al día.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

3 comentarios:

  1. Te dije que era un destino muy chulo y me ratifico. No sabía lo de las Needles lo cual aumenta el interés. Yo solo sabía lo de los castillos y las casas de "teito".
    Las fotos chulísimas como siempre, sobre todo la del atardecer. Ya sabes que me pierden.
    Llevaba varios días mirando cada día la página, pensando, hoy tiene que haber nuevo capítulo, jajaja.
    Un abrazo, ya te queda menos para ponerte al día.

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  2. Muy guapas las fotos, Obi, ya estas al nivel de Mario jeje.
    Llamativas las casas con el techo de paja si señor, y la formación de las Needles muy curiosa. Un viaje aprovechao como siempre.

    Espero que hayas disfrutado del viaje en barco (si fué una hora solo).

    Ahí estamos, visitando el blog a diario, jeje.
    Un abrazo sempai

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  3. ¡Ah, por fin! Albertico guapo, ya tenía mono de fotos y más.
    Efectivamente, la isla vale el desplazamiento y el viajecito en ferry. Otro destino más en la laaaarga lista que vamos confeccionando.
    Leyendo un libro de Jane Austen leí lo de la "máquina de baño" y me quedé con las dudas de si sería un error de imprenta, del traductor, o es que metían a la gente en un tonel y le daban vueltas a manivela... y mira por dónde me sacas de dudas y de mi error. Pues eso que a principios del XIX ya se bañaban así en las playas inglesas (nota cultu-cutre).
    Besicos faticos a porrillo para él.

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