Comenzando con lo que hice ese sábado por la tarde, me dirigí hacia el norte, dando un buen rodeo en coche al estrecho de Menai, que es una estrecha lengua de agua que separa la isla de Anglesey de la tierra. En el mapa se puede apreciar un poco que realmente la parte de arriba está separada del resto.
El primer sitio al que me dirigí fue al pueblo de Caernarfon, donde se encuentra uno de los castillos más conocidos de Gales.
Al parecer, en 1282, Eduardo I, tras derrotarles, prometió a los galeses que les escogería un príncipe de Gales nacido allí y que todavía no había aprendido inglés. Los galeses lo aceptaron sin conocer el nombre de este príncipe. Al parecer, el rey se la jugó a todos nombrando a su hijo Eduardo, que acababa de nacer en este castillo. Tal vez esta historia no sea del todo cierta, pero sí que es el origen de los príncipes de Gales, quienes son investidos como tales en este castillo.
Personalmente, aunque es bastante impresionante por fuera y por la situación al lado de la desembocadura del río y cerca del estrecho de Menai, a mí no me pareció muy guapo que digamos, aunque tal vez fuera porque al estar baja la marea, la imagen desmerece un poco. Además, no tenía tiempo a entrar, así que no puedo decir nada más de este castillo.
Después de parar en este pueblo decidí pasarme al otro lado del estrecho de Menai. Para ello, debido a que el estrecho es realmente angosto, se puede cruzar por dos puentes. El que se encuentra un poco más al oeste es el Britannia Bridge.
Y un poco más al este se encuentra el Menai Bridge.
Si no se sabe que se trata de un estrecho, se podría confundir con un río, tanto por los puentes como por la fuerte corriente que se puede observar a simple vista.
Cerca del primer puente se encuentra el pueblo con el topónimo más largo de Gran Bretaña, a ver si no me equivoco al poner el nombre en galés: Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwyllllantysiliogogogoch, que quiere decir: “Iglesia de St Mary en la hondonada de avellanos blancos cerca del remolino y St Tysilio cerca de la cueva roja”. Al parecer, este nombre se lo inventaron en el siglo XIX para llamar la atención de los turistas ingleses. Cuando volví, en Internet vi que en la estación de este pueblo se puede fotografiar el cartel del pueblo, pero esto no lo sabía cuando estuve allí, por lo que no os lo puedo poner. Tan solo estuve en la iglesia de St Mary a la que hace referencia el nombrecito, pero no es que fuera especialmente interesante.
Tras esta parada fui hasta Beaumaris donde se encuentra otro de los castillos importantes de la zona, aunque a estas alturas no parece quedar mucho de él.
Al parecer, en sus tiempos, se podía llegar en barco hasta el mismo castillo, pero ahora hay unos cuantos metros de tierra hasta el mar. Desde este pueblo se tiene una buena vista de las montañas de Snowdonia con el estrecho de Menai en primer plano.
Mi última parada del día fue el pueblo de Conwy. En este pueblo me detuve durante más tiempo, ya que tenía varias cosas interesantes, entre otras, su cerveza, la cual bebí por la noche en el albergue y me gustó bastante. Éste debió de ser un pueblo importante, ya que su zona más antigua está completamente rodeada por una muralla que se conserva casi completamente y por la que se puede caminar en su mayor parte.
Al lado de uno de los torreones de la muralla se encuentra una curiosa casa que está en el libro Guiness de los récords por ser la casa más pequeña de Gran Bretaña.
Creo recordar que se puede visitar por dos libras, lo cual casi me parece excesivo viendo su tamaño. Según parece estuvo habitada hasta 1900. Un cartel de la ciudad anuncia como algo excepcional que un pescador de seis pies de alto vivió en ella, pero me parece que esto es más o menos metro ochenta y tres, así que, aunque para la época probablemente sería bastante alto, tampoco era un jugador de baloncesto o lo que jugaran en aquellos tiempos.
El pueblo está situado a la orilla del estuario del río Conwy, el cual se empieza a ensanchar en este sitio, por lo que aquí aún se puede cruzar por un puente corto. En este caso hay tres puentes muy juntos que se pueden ver más o menos en esta foto.
El de la derecha del todo, que apenas se distingue, es el del tren y data de 1848; el de la izquierda se construyó para el tráfico rodado en 1958; el del medio, el que se sostiene por cables, es el Suspension Bridge, construido en 1826, de acceso peatonal, previo pago de dos o tres libras, de nuevo mi memoria me falla, pero es que hace más de un mes de esto.
A las horas a las que llegué a este pueblo ya empezaba a entrarme el hambre, así que decidí esperar a tomar la cena allí. Cuento esto porque al parecer en este pueblo son muy típicos los mejillones, tanto que hay un museo dedicado a ellos y además me encontré con esta estatua.
De manera que me entró un antojo de mejillones, por lo que me dediqué a encontrar un sitio donde poder comerlos… sin demasiado éxito, así que me conformé con un fish and chips en uno de los sitios en los que sólo se puede comer este típico plato inglés (vamos, pescado rebozado con patatas fritas).
Para terminar con este pueblo, os pongo a continuación una foto nocturna del castillo, el cual, junto con la muralla, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.
Tengo fotos diurnas del castillo, pero es que esta me quedó bastante bien. Como podéis ver, los puentes están construidos justo al lado del castillo, lo cual afea un poco la vista.
Tras terminar mi visita a este pueblo volví al albergue no demasiado tarde ya que al día siguiente me esperaban unas cuantas horas de coche.
Antes de comenzar viaje hacia el sur, me di una vuelta en coche por el parque Snowdonia. Aquí os pongo un par de fotos de unos lagos, el primero es el lago Mymbyr, con el Snowdon al fondo, tapado por las nubes, como no podía ser de otra manera.
El siguiente es el lago Cwellyn. Podría poner más fotos de este parque, pero creo que de momento es suficiente con estas.
La siguiente parada en mi viaje fue Porthmadog. Este pueblo no forma parte del parque Snowdon, sin embargo, en él se encuentra la estación en la que comienza la Ffestiniog Raylway, la línea ferroviaria más antigua del mundo, abierta en 1832, la cual llega hasta el pueblo minero de Blaenau Ffestiniog. El recorrido se puede hacer en tren antiguo propulsado por una pequeña locomotora de vapor que data de la segunda mitad del siglo XIX.
Por supuesto, no pude tomar este tren, aunque no me hubiera disgustado, pero es que tarda cerca de hora y cuarto en hacer 21 Km, y no tenía suficiente tiempo.
La última parada que hice antes de continuar camino de vuelta a Guildford fue el pueblo de Harlech, donde se encuentra otro de los castillos importantes del norte de Gales.
El castillo es bastante imponente debido a su emplazamiento, ya que está sobre una colina que se eleva sobre una zona llana que se extiende hasta el mar, con lo cual se domina una buena porción de costa.
Tras salir de este sitio tuve que volver sin más paradas. Como siempre, me quedo con la sensación de haber dejado por ver muchos sitios interesantes y de haber ido de un sitio a otro a toda prisa para poder abarcar lo más posible en apenas dos días.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
¡JOOOOOOOOOO QUÉ CHULO!
ResponderEliminarEsta es la parte que me gusta de Gran Bretaña. Y el gaélico es una de mis asignaturas pendientes.
Tienes que poner la pronunciación que seguro que suena de maravilla.
En apenas 7 horas estoy allí y en unas pocas más, disfrutando de tu compañía.
¡Hasta ahorita!
Que guapos los castillos Obi!
ResponderEliminarAnda que el nombre del pueblo se las trae. Debieron sacar la idea de los pisos de 30 m2, de la minicasa jeje.
Joan pásalo genial y cuídanos a Berto.
Que disfrutéis mucho chicos!
Un abrazo Obi
Oooohhhhh!!
ResponderEliminarIt is very beautifoul(y que le den al inglés).
Albertico, me parece que en tus estancias en Japón te contagiaste el virus "japanese turisti". Mogollón de fotos para dar envidia a los que se quedan en casa, pero deprisita que se hace tarde.
De todos modos ¡gracias por acordarte de todos nosotros!
A estas horas Joan y tú ya os habréis encontrado. Pasadlo bien pequeñines míos.
Besicos faticos a porrillo.