Creo que ya lo había comentado en alguna de las anteriores entradas, pero por si acaso se me pasó (ya empiezan a ser muchas entradas y no me acuerdo de todas y de todo lo que escribo) o por si alguien no lo leyó, decir que en estas últimas semanas he estado bastante ocupado preparando el papeleo para un par de becas que acabo de pedir. El año pasado ya había echado la solicitud para otras dos así que al final me he convertido en un experto en solicitar becas.
El caso es que esto es como el día de la marmota de la película Atrapado en el tiempo, todos los días son iguales y a la vez distintos. Y es que para la solicitud de becas de investigación se suelen pedir cosas parecidas pero siempre diferentes.
Para poder seguir esta disertación (o más bien desvarío), voy a poner nombre a todas las becas que pedí. La primera fue en agosto del año pasado, la Marie Curie (MC) de la unión europea, que no conseguí. La segunda fue en septiembre del año pasado también, una del gobierno del Principado de Asturias (Clarín), para ir dos años al extranjero. La tercera fue la del ministerio de educación (MEC), doce meses fuera. Y la cuarta fue la Juan de la Cierva (JdC), del ministerio de ciencia e innovación, tres años de vuelta a España. Estas dos últimas las acabo de pedir.
Para pedir todas ellas, excepto la MC, es decir, las de financiación española, piden el curriculum normalizado, el cual se supone que es el mismo siempre, o al menos eso entiendo yo de la palabra normalizado. Pues resulta que en las tres becas que pedí, el modelo era totalmente diferente en todas ellas. Además, yo tengo un problema con este curriculum porque está pensado para funcionarios o gente que trabaje para la administración o universidades, así que hay cosas que no sé muy bien cómo rellenar.
La MC es muy tediosa de cumplimentar pero al final todos los puntos están claros y las bases están en inglés, como es normal, idioma que hay que utilizar para preparar la solicitud. Sin embargo, en el caso de la Clarín y la del MEC, que también hay que hacerlo en colaboración con un grupo extranjero, los papeles vienen en español, e incluso se pueden cumplimentar también en español. Claro, les haces firmar un papel a un grupo de Japón (como fue mi caso) en castellano, es de lo más lógico. Caray, que les estás pidiendo que te acepten a ciegas y gastes el dinero de sus proyectos, porque estas becas no contemplan ni una ayuda al centro extranjero. Sin embargo, el tema lingüístico se vuelve más surrealista todavía con la cuarta beca, la JdC, la cual “se rellenará preferiblemente en inglés”… vaya, justo la que se pide en un ministerio español, es para volver a España, a un grupo español… claro, tiene aún más lógica que lo anterior…
Sobre los plazos. Para pedir la MC dieron desde marzo hasta agosto, para pedir las españolas, un mes o menos. En ese tiempo te tienes que poner en contacto con el grupo al que quieras incorporarte, preparar un proyecto de investigación y rellenar todos los papeles. La resolución de la MC tardó cuatro meses, pero las otras ya dicen en las bases que son como mínimo 6 meses y que durante la evaluación pueden retrasarse hasta otros dos meses… si durante la evaluación se amplía el plazo, ¿para qué son los otros seis meses?
Y mejor no hablemos de los presupuestos. Un ejemplo rápido, en Asturias dan 15 becas para irse fuera y otras 10 en la modalidad de retorno tras la estancia Postdoctoral mínima de 2 años, con un presupuesto total de 1645000€, es decir, menos de lo que cuesta hacer un tramo de kilómetro y medio de una carretera normalilla.
Esto me recuerda una anécdota sobre la conducción en Inglaterra. Al principio me decía que las carreteras eran mediocres tirando a muy malas en general, estrechas, con muchos baches y sin arcenes. Me llamó mucho la atención ya que te esperas otra cosa de un país rico y más viviendo en la zona que vivo, que es la zona más cara de Inglaterra. Sin embargo ahora veo que usan el dinero para otras cosas.
Una de las cosas más graciosas con las becas Clarín y del MEC es que el contrato de trabajo lo tienes que hacer con un centro español. Es decir, vas a trabajar en un país extranjero, pero el contrato te lo hacen en España. Para esto tienes que conseguir que alguien te avale en España. Esto podría llegar a entenderlo más o menos, pero es sigues adelante y esto se convierte en una historia de miedo, al menos en el caso del CSIC. Si quieres que te avalen en el consejo, el problema que hay es que un doctor del CSIC cobra más que el dinero que da la beca, con lo cual el CSIC tiene que completar el salario, pero el CSIC no se compromete a ello, si no que pregunta al centro donde te quieres adscribir, el cual pregunta al investigador que te avala para saber si está dispuesto a sacar dinero de sus proyectos para pagar el complemento. Es decir, estás pidiendo a alguien que te avale y pierda dinero de sus proyectos sin tener nada que ver con el trabajo que vas a hacer ni ninguna vinculación posterior que te obligue a sacar resultados con él.
Una última reflexión que me gustaría compartir con vosotros es sobre el tema de la carrera investigadora en España. Y no lo veáis como que yo me considere un gran investigador ni que me merezca volver como tal a España, porque soy uno más del montón. Pero bueno, al grano. En la carrera investigadora en España es casi mandatario, aunque hay excepciones, hacer dos años como mínimo de estancia postdoctoral antes de volver para continuar y aspirar a algún puesto permanente en algún centro de investigación. Es decir, en estos tiempos que se habla de fuga de cerebros, que hay que atraer a los investigadores que se han marchado, en realidad los están obligando a irse, les están diciendo que se vayan y ya veremos si pueden volver. Claro, cuando uno se marcha y ve lo que hay fuera, se le quitan las ganas de volver. Un buen investigador que se va dos años fuera lo saben valorar allí donde va y por lo tanto le ofrecen algo al término de su beca y luego en España se nos llena la boca con que vamos a pagarles una pasta para que les interese volver cuando llevan 10, 15 ó 20 años fuera. Y no me interpretéis mal, porque en el extranjero no son tremendamente mejores que en España, no hacen el pino con una mano mientras que con la otra escriben una patente de nanobiotecnología para la curación del cáncer a la vez que están impartiendo una conferencia en física de partículas. No, los centros no son infinitamente mejores que los españoles. Simplemente saben usar mejor los recursos, tanto humanos como materiales, de los que disponen. Cuando llega la crisis no reducen la inversión en I+D, si no todo lo contrario. Creo que en esto tengo un poco de conocimiento de causa, ya que he hecho estancias en dos laboratorios de Japón muy buenos en materiales de carbono y ahora estoy trabajando en una empresa inglesa donde se trabaja en varios proyectos europeos. Y creedme cuando digo que los laboratorios están incluso peor acondicionados que en donde trabajé en España.
Existe una falta de doctores en el extranjero por lo que los españoles son apreciados hasta cierto punto. Sacar el doctorado en el extranjero es muy caro, pero en España se puede hacer con cierta facilidad. Así que lo que estamos haciendo es formar a gente que después se va a otros sitios que se aprovechan de esa formación, ahorrándose un buen dinero.
No digo que los investigadores no tengan que irse fuera un tiempo para ver lo que se hace y cómo se trabaja en otros sitios. Lo que yo me pregunto es ¿por qué estas becas no contemplan la posibilidad de un periodo de vuelta a España tras los dos años fuera? Es cierto que existen becas para volver a España, pero hay que volver a solicitarlas y entrar en un proceso de selección. Si allí donde estás te dan la opción de continuar y tener un trabajo estable con un sueldo apropiado, ¿cómo vas a vencer la tentación si la otra opción es incierta e incluso puedes pasarte un tiempo sin tener nada mientras salen las resoluciones de las becas?
De todas maneras, mirar la vida que puede tener un investigador, empieza la carrera con 18 años, termina con 23, acaba el doctorado a los 27 más dos años fuera, son 29. Pero esto es siendo muy optimista, tirando muy a la baja ya que hay que contar con que no se termina todo en el tiempo justo y hay periodos de espera entre una cosa y otra, así que poca gente termina este periodo antes de los 32 ó 33. Y cuando crees que tienes una carrera y que puedes asentarte, en realidad vuelves a España con una mano delante y otra detrás, sin nada, con una edad con la que las empresas no van a contratar a nadie que no tenga experiencia en el mundo empresarial.
Bien, creo que esto es todo lo que se me ocurre acerca del tema por el momento. Si habéis logrado llegar hasta aquí sin dormiros, gracias y siento el tostón, pero tenía que sacármelo de alguna manera.
Besos para ellas y abrazos para ellos.