jueves, 4 de septiembre de 2008

...se despide de sus compañeros

Esta semana está siendo un poco rara. Es lo que tiene esto de estar nada más que dos meses en un sitio. Al principio te encuentras desubicado, luego empiezas a adaptarte y al final no sabes si tienes que estar aquí o allí. De todas maneras, con el tema de rellenar papeleo para dejar la habitación y otras historias, no hay mucho tiempo para pensar en ello. Precisamente esta mañana me sacaron de la ducha para darme un papel a rellenar con el inventario de la habitación. Imaginaros la situación, yo, con sólo una toalla en la cintura, con la puerta entreabierta, explicándole a una señora que no tenía ni idea de leer japonés.

Ayer por la noche me fui de cena con los estudiantes del laboratorio. Este año no he tenido tanto contacto con ellos como el año pasado, pero de todas maneras se agradece que se junten contigo para hacer una cena de despedida.

En realidad no tengo mucho para contar sobre la cena. Se trataba de una drinking party, en la que puedes beber lo que quieras durante un tiempo pactado. No creáis que no quiero enseñar fotos de la fiesta, no tengo casi ninguna. Además, esta vez he sido un chico bueno… por desgracia. Pero teniendo en cuenta que era miércoles, no se podía hacer mucho más, al día siguiente había que trabajar.

A continuación os enseño el colgante para el móvil que me regalaron.

Esto me recuerda una anécdota lingüística que me sucedió el año pasado. Voy a intentar contarla de manera que se entienda, aunque será un poco largo. Un día me preguntaron por mi nickname, y yo les dije que algunos de mis amigos suelen llamarme Berto. Este nombre es difícil de pronunciar para los japoneses, ya que ellos no terminan las sílabas en consonante, a no ser que sea con el sonido “s” o “n”. De manera que les hice la traducción al romaji japonesizado, los cual sería Beruto. Y aquí es donde vino el enredo. Los japoneses confunden el sonido de la “l” con el de la “r”, es decir, para ellos es el mismo sonido, que a nuestros oídos es como la “r” suave. Juntando todo esto: Beruto=Belt (cinturón en inglés). Así es que, cuando dije lo de Beruto, enseguida se llevaron las manos a la cintura diciendo “Obi, obi”, es decir, cinturón en japonés. Y esta es la historia de cómo pasé de llamarme Alberto a Cinturón, en unos segundos. Mirándolo bien, no me parece mal apodo el de Obi.

Mañana me voy para Tokio por la mañana. Mi vuelo sale el sábado desde Narita a las 11 de la mañana, así que no puedo ir directamente desde aquí. De manera que, probablemente esta será la última entrada que cuelgue en el blog, al menos desde Nagano. Aún me quedan entradas pendientes y además, esta noche tengo otra cena de despedida, esta vez con los posdoc y no sé quién más. Ya veis, me hacen dos cenas de despedida y ninguna de bienvenida… será que se alegran más de que me vaya que de que me venga. Prometo actualizar el blog en cuanto me sea posible. Sé que ya lo prometí el año pasado y nunca lo hice, pero en esta ocasión espero no faltar a mi palabra.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

3 comentarios:

  1. Vaya lujo de despedidas! Pero eso que dices de ir a dos cenas en una semana y que eres bueno no hay quien se lo crea. Además, no vemos ninguna foto en la que salgas tú. Por cierto, ¿por qué en las fotos de tus cenas siempre sacas a los chicos, si sabemos que hay alguna fémina? Algo que ocultar! El regalo muy mono y bien escrito, lo de llamarte cinturón no tiene precio.
    Un beso.

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  2. Hola hola!
    No sabía exactamente cuando te ibas a venir y por aki todos me lo preguntaban.
    Hoy he tenido fiesta por la noche y haciendo de buen amo de casa me la he pasado pasando el aspirador y la fregona y mientras se secaba me he puesto al día con el blog.
    Dos horas viendo tus azañas, y las maravillas que vas viendo. Cada día te envidio más.
    Pareces ya un japonesico más, con dos cámaras a falta de una y moviendote por los medios de transporte como uno más.
    Lo de las notas para futuros visitantes está bien aunque en lo que a mi respecta para ratos tengo.
    Ya sé que todos están esperando que vuelvas para que estés con ellos y les expliques cien veces las mismas cosas. Yo me uno, y a ver si dejas un hueco en la agenda para venirte a las catalonias, o, en su defecto a weskonsin. Bueno chavalote, un abrazo y ojo con las aduanas en Amsterdam jeje.

    JOAN

    pd: Yo me sé de dos que están esperando la actualización del blog del año pasado ;) Talue

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  3. AAAHHHHGGGG!!! Se m'ha pasau una entrada!!!, esto es l'acabose. Albertico guapo, no es que s'alegren de que te vayas, es que cuando llega uno nuevo piensan "uff, pa qué el esfuerzo, si este se va y tararí si te ví", pero despues de conocerte piensan "¡vaya!, pos si qu'es majo, vamos a quedar bien pa cuando vaya de turismo a España", estooo... ¿es mi impresión o estás un poco negativo?. Mu guapo el regalito y lo de llamarte "cinturón" no está mal traído, al fin y al cabo eres cinturón negro nosecuantosdan, ¿no, Berto-sama?
    Besotes de Güesqueta.
    Jorge y Sara

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