lunes, 25 de julio de 2011

...intenta ir de festival

Este fin de semana… huy no, el anterior, que se me está pasando el tiempo y las entradas, lo siento, pero no tengo mucho tiempo para ponerme a escribir. El caso es que hace una semana y unos días se celebró en Sendai uno de los mayores festivales de Japón. Hace ya más de tres años y medio (momento para la nostalgia…), hablé un poco de los festivales japoneses, y hace casi exactamente tres años, hablé de los natsu matsuri, los festivales de verano. En este caso voy a hablar de un hecho extraordinario en tiempos extraordinarios.

Las capitales de las seis prefecturas de la región de Tohoku, la más afectada por el tsunami del 11 de marzo, decidieron celebrar sus festivales más representativos el mismo fin de semana y en la misma ciudad, Sendai, donde estoy viviendo, por primera vez en la historia. Las prefecturas, sus capitales y sus respectivos festivales fueron las siguientes:

Aomori, capital Aomori, festival Nebuta.

Akita, capital Akita, festival Kanto.

Iwate, capital Morioka, festival Sansa Odori.

Yamagata, capital Yamagata, festival Hanagasa.

Miyagi, capital Sendai, festival Tanabata.

Fukushima, capital Fukushima, festival Waraji.

El conjunto recibió el nombre de Festival Tohoku Rokkon, o de los Seis Espíritus. Decidieron juntar todos los festivales en uno para dar una muestra de recuperación tras el desastre.

El caso es que el otro español del laboratorio, tres compañeros japoneses y yo intentamos ir a ver algo, pero, como era de esperar, la afluencia de gente fue tan grande que resultó imposible ver algo como es debido. Concentraron todo en una calle y dos parques no demasiado grandes y el resultado fue una aglomeración impresionante que podía haber resultado peligrosa en el caso de espantada. Según me dijeron, hubo bastantes quejas acerca del tema.

Del festival de Tanabata puede que hable un poco más adelante porque se volverá a celebrar a principios de agosto. Ahora puedo poner la única foto decente que saqué a lo más representativo de uno de los festivales, el festival Nebuta de Aomori.

Esto simboliza una flota de guerreros y, aunque parezca una estatua o un ninot, se trata de una linterna enorme, la cual se enciende por la noche mientras los Haneto bailan al son de un cántico llamado Rassera, pero me temo que yo no pude ver nada de esto.

Después intentamos ir a cenar a algún sitio, pero como éramos unos cuantos, nos fue imposible encontrar sitio para todos, así que nos dividimos, fuimos a tomar algo y poco más. Así que fue un festival un poco descafeinado.

Espero poder contar algo más de los festivales más adelante.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

martes, 12 de julio de 2011

...se convierte en alien

Como veo que las entradas sobre la vida de un gaikoku-jin en Japón parecen interesar, y porque aún no me he puesto con las que tengo pendientes de Inglaterra, voy a seguir con ellas. Lo primero que hay que hacer para sobrevivir al día a día en Japón es venir a Japón. Esto puede parecer una obviedad, pero en algunos casos no es tan simple como puede parecer.

En el caso de los españoles, existen tres maneras (oficiales y que yo conozca) de entrar en Japón, las cuales se explican en la página web de la Embajada de Japón en España. Lo más sencillo y común es entrar como turista para lo que, como hay acuerdo entre los dos países, tan sólo hay que rellenar un par de papeles que dan en el avión antes de llegar a Japón. Una vez que se aterriza, en el control de pasaportes expiden el visado de turista que es válido por 90 días. Bueno, se me olvidó decir que para esto se necesita un pasaporte válido durante el tiempo que se vaya a estar en Japón como turista, lógicamente.

La segunda manera es como yo se suponía que iba a entrar, con un visado de actividades culturales. En este caso hay que hacer algún trámite antes de venir, pero no es demasiado complicado. Tan sólo hay que ir a la embajada y obtener el visado. Este tipo de visado se expide para aquella gente que no va a ejercer ningún tipo de actividad profesional remunerada con fondos japoneses. Este era mi caso ya que yo vine con un contrato en España, pero como para trabajar en la universidad donde estoy, su administración no me dejaba estar un tiempo tan largo si no tenía ningún tipo de vinculación, pues al final me tuve que sacar el siguiente tipo de visado y el más complicado de todos, el visado de trabajo.

Para conseguir un visado de trabajo, lo primero que hay que tener es alguien que te quiera contratar en Japón, ya que es muy complicado venir aquí a la aventura en busca de empleo. Quien contrate tiene que conseguir en Japón un Certificado de Elegibilidad. Esto que tiene un nombre tan raro es un papel que ha de conseguir el contratante y que tiene que enviar por correo al contratado. Para obtener este certificado se necesitan varias cosas, entre ellas un curriculum en el que figuren hasta los estudios primarios. Este papel puede tardar un mes más o menos en llegar al trabajo de Japón y luego lo tienen que enviar al trabajador. El papel en cuestión es el siguiente.

Una vez que se tiene este papel es relativamente fácil obtener el visado ya que sólo hay que ir a la embajada de Japón, rellenar un papel y en unas horas devuelven el pasaporte con el visado. En mi caso fui a la embajada en Madrid, la cual os pongo a continuación.

Los trámites que se han de hacer en la embajada duran como 10 minutos en total, contando las dos veces que hay que ir allí y los controles de seguridad, que no eran muy intensos, pero había que pasarlos. El caso es que hay que ir por la mañana para entregar los papeles y dejar el pasaporte. Luego hay que esperar hasta por la tarde para volver y recuperar el pasaporte con el visado y el certificado.

Ahora ya sólo resta coger el avión (bueno, cualquier medio que se quiera para viajar allí, pero creo que el avión es el más cómodo) y llegar a Japón. Una vez allí, al entrar por el control de pasaportes se quedan con el certificado de elegibilidad y devuelven el pasaporte con el permiso de entrada. Al llegar al sitio donde se va a vivir, se ha de ir a la oficina local de inmigración donde se tiene que obtener el certificado de Alien, o Certificate of Alien Registration. Primero se obtiene uno temporal y luego hay que volver a las dos semanas para recoger el original.

Pues sí, soy un alien registrado. A mí esto me suena a la película Men in Black, como si fuera un extraterrestre… bueno, en cierta manera uno a veces se siente como si estuviera en un planeta diferente, pero eso es algo bueno. Lo que no es bueno es la foto que tuve que hacer en un fotomatón con los restos del jet-lag amenazando mis ojos.

Ahora quería darme de alta en el consulado español, aunque no es necesario, pero para ello tendría que ir a Tokio en un día de semana, lo cual me puede ser muy complicado. Si al final lo puedo hacer, ya os contaré cómo va.

Y así es como uno puede empezar a hacer vida diaria en Japón, lo cual tiene su miga pero ahora no es momento para hablar de ello.

Besos para ellas y abrazos para ellos.