Pues
sí, fue otro mes más. Mira que lo intento, pero no hay manera de que me salga
una entrada a mediados de mes.
En la
anterior entrada dejé al grupo a punto de empezar la subida al Fuji
saliendo de la quinta estación de la ruta Subashiri. Lo bueno que tiene esta
ruta, además de no estar tan masificada, es que el bosque llega hasta una
altura considerable, por encima de los 2700 m.
El
problema son los mosquitos que, a pesar de que la temperatura era mucho más
soportable que en Mishima,
seguían atacando y las ronchas que me salieron me estuvieron picando dos días y
la piel me quedó con un color rojizo por más de una semana.
Como
yo no tenía experiencia anterior en subir el Fuji, no teníamos muy claro hasta
donde podíamos llegar el primer día. Además, empezamos relativamente tarde
porque tuvimos que coger un tren y un autobús para llegar a la quinta estación.
Así que habíamos reservado uno de los refugios de los que se encuentran a lo
largo de la ruta, el Seto-kan. Este refugio,
en la sexta estación, se encuentra a 2700 m por lo que consideramos que
estaba bien para pasar una noche en altura y adaptarnos un poco. Lo malo es que
hicimos la subida más rápido de lo que pensábamos, así que nos hubiera
convenido más quedarnos un poco más arriba, en la séptima estación a 3000 m.
Los refugios no son baratos (unos 7500 yenes con cena y desayuno), pero hay que
tener en cuenta que no hay otras posibilidades y dormir al raso, incluso en el
verano, es una opción bastante fría. Los más intrépidos y fuertes pueden optar
por subir y bajar en el mismo día pero nosotros optamos por la opción
conservadora. El refugio era así por dentro.
Básicamente
eran unas literas corridas con futones. Las chicas tenían unas literas para
ellas pero en la misma sala y sólo podían encontrar intimidad con unas
cortinas. La cena fue a base de arroz con curry y una sopa, nada del otro mundo
pero por lo menos la gente era amable y pude practicar un poco mi pobre
japonés. Para el desayuno nos dieron unas bosas con algo de comida y un zumo. Si
se puede, es mejor pasar de pagar la comida en estos sitios y llevarse las
cosas desde abajo donde son bastante más baratas.
Allí
esperamos a que atardeciera, aunque realmente esto se supone que es el país del
Sol Naciente, claro. Además, la puesta de sol nos quedaba justo al otro lado de
la cima, así que todo lo que podíamos hacer era intuir un precioso atardecer
hacia el oeste, hacia España.
Voy
a aprovechar para contar una curiosidad, España en japonés se puede escribir en
katakana スペイン, que en romaji
es Supein y viene del inglés, pero
también se puede escribir en kanji como 西班牙; 西 significa oeste, 班 es fuerza
armada y 牙colmillo, así que
España vendría a ser como La fuerza del colmillo del oeste, o algo así. La verdad
es esto no lo encontré en ningún sitio, es lo que yo entiendo a partir del
nombre. Así que si alguien que lea esto me puede dar alguna referencia o
explicación de donde vienen los kanji que se utilizan para escribir España, lo
agradecería. En realidad, lo que sí se usa habitualmente es abreviado como 西, es decir, el oeste. Supongo que vendrá de los
tiempos en que España era un imperio y ocupaba buena parte del oeste, aunque de
aquella también ocupaba el este.
Un
poco más tarde, pudimos ver un espectáculo curioso, una tormenta sobre Tokio
con mucho aparato eléctrico. Es curioso poder ver los relámpagos sin oír los
truenos.
En
la foto se ven esas sillas metálicas porque no tenía trípode como es debido así
que puse la cámara sobre otra de las sillas.
Y
antes de dormir, una mirada a las estrellas.
Tras
tomar esta foto, me fui a dormir un rato. Y como se me hace tarde hoy, lo dejo
aquí para poder terminar de subir la entrada a tiempo.
Besos
para ellas y abrazos para ellos.