jueves, 20 de diciembre de 2012

...ve caer las hojas


En menos de un día volveré a coger a un avión para volver a España una vez más de vacaciones. Por muy lejos que esté de casa y poco religioso que sea, siempre he sido muy familiar y la verdad es que me gusta pasar estas fechas con la familia. Además, ya tenía cogido el billete de vuelta para esta fecha desde enero porque no sabía si iba a continuar aquí más tiempo o no.

Me acabo de dar cuenta mientras escribía esto que no he dicho que aún continuaré un tiempo más por tierras japonesas. Mi beca se me acaba a finales de este mes pero mi jefe de aquí me ha ofrecido continuar con contrato japonés. Hasta ahora estaba bastante a gusto con mi contrato con beca española porque me daba cierta libertad a la hora de trabajar aquí, pero por otro lado la verdad es que vivir aquí con lo que dan en España es un poco apretado. Así que volveré a estar completamente desvinculado de España. En realidad esto ya casi era un hecho porque mi contrato apenas de daba ningún “privilegio” en España. Pero esto es una materia en la que no quiero entrar ahora.

Así que en un par de días, si el calendario Maya me lo permite, los terremotos, tsunamis, aviones, coches, autobuses… estaré en España para disfrutar de la gastronomía típica de estas fechas y, sobre todo, de la comida de mis padres.

Pero esta entrada queda un poco pobre de esta manera. Además, como voy un poco (mucho) atrasado con las entradas, tengo que contar algo sobre un pequeño viaje que hice hace algo más de un par de meses. Un tiempo atrás comenté sobre lo que es el ver los colores del otoño (kouyou) en este país y puse algunas fotos de los árboles que pude ver. Este es un país de bosques frondosos y jardines famosos. Cada casa que tenga un pequeño terreno a su alrededor, tiene un jardín, y cuando digo pequeño a veces es enano. Así que los templos tienen aún mejores, mayores y mejor cuidados jardines. En otras ocasiones he hablado de Matsushima y sus islas, pero su nombre viene de Islas de Pinos, con lo que el otoño no les afecta mucho, pero allí, en el pueblo, hay un templo famoso por su jardín y porque en otoño lo iluminan por la noche, el Entsu-in. Así que me fui armado con mi cámara y la verdad es que mereció la pena, el espectáculo era precioso.


Me encantan los jardines de piedra y sobre todo las lámparas, pero si además se ven como en esta foto, son casi mágicas.


El jardín es relativamente amplio aunque el templo no es demasiado importante, ni siquiera es el más importante en Matsushima. Cada espacio estaba ambientado de diferentes formas, algunas un poco fantasmagóricas como la foto que pongo a continuación.


En otros sitios rociaban agua para que diera sensación de que había niebla, otros estaban más iluminados, en otro estaban tocando música en directo pero el sitio más espectacular era el estanque del que no sé si podré enseñaros una foto como es debido para que os hagáis una idea de la belleza del espectáculo.


Lo siento, la imagen no está muy bien. Es una panorámica (¡cómo no!) y la hice a pulso ya que no tengo un trípode como es debido y había demasiada gente.

El otoño es mi estación favorita del año. Alguna gente la encuentra un poco triste porque es cuando empieza a hacer frío, menos horas de luz y se caen las hojas de los árboles. A mí me gusta por los colores, el tener que poner la manta para dormir y porque la caída de las hojas significa que se puede volver a comenzar.
Espero que todos tengáis unas felices fiestas y un feliz año nuevo. 皆さん、よいお年を。

Besos y abrazos para todos.