Otra
vez que llego a poner una entrada justo al final de mes. En este caso tengo una
buena excusa, el mes es un poco más corto que lo normal.
El
fin de semana pasado decidí dar un paseo ya que hacía tiempo que no andaba por
ahí. Ya desde el año pasado tenía ganas de ir a ver los monstruos de hielo de Zao o, en japonés romaji: Zaou Juhyou. Zao es una zona montañosa
que queda en la frontera entre la prefectura de Miyagi (donde yo vivo) y la de
Yamagata (la vecina del oeste) de modo que se suele hablar de Miyagi Zao y Yamagata
Zao. En realidad, ya he hablado alguna vez de esta zona, casi al principio de
venir aquí y otra vez hace
año y medio.
Japón
es un país con un clima bastante extremo, al menos desde mi punto de vista. En verano
hace bastante calor con mucha humedad pero en invierno el termómetro se
desploma y nieva mucho. Creo que este año se dio alguna noticia en España sobre
lo que había nevado aquí y como una zona se había quedado incomunicada. Por suerte,
aquí no nieva tanto ya que el aire frío viene del oeste y se queda en las
montañas del oeste, precisamente donde fui el fin de semana.
Los
monstruos de hielo no son otra cosa que árboles cubiertos completamente de
nieve. Para poder verlos hay que subir bastante para que las condiciones de
temperatura y demás permitan que se forme el hielo con la nieve encima de los
árboles. Al parecer no es algo tan común, al menos no en Japón. Al parecer es
más fácil verlos si se va por la zona de Yamagata puesto que se llega
utilizando un teleférico, pero en este caso se hace de noche, con iluminación y
no se puede caminar por la nieve. Yo fui a los de Miyagi.
Para
llegar a ellos hay que ir hasta una estación de esquí, Sumikawa, y allí coger
un camión oruga.
Hay
tres turnos, a las 11:00, 13:00 y 15:00. Yo fui en el de la una y creo que fue
una suerte. El de las tres es un poco tarde y puede que haya poca luz al llegar
arriba. Además, ese día empezó a nublarse mucho cuando subíamos.
Yo
pensaba que el viaje iba a ser un poco más confortable, pero no. Meten a
demasiada gente en las cabinas y si se es un poco alto se tienen problemas de
espacio. Además, aunque tienen un poco de calefacción, la parte de abajo se
queda congelada así que recomiendo llevar dos pares de calcetines por lo menos.
El paseo dura unos 45 minutos hasta que se llega a la parte más alta pero se ve
muy poco por las ventanillas entre el vaho de dentro y la nieve y hielo de
fuera. Al llegar arriba se puede salir de los camiones unos 15 minutos para
poder acercarse a los árboles y sacar algunas fotos. El problema es que hacía
tanto frío (unos -10 ºC con viento) que casi no se podía parar. La verdad
es que yo iba poco preparado y me quedaron los dedos congelados casi literalmente.
No pude dedicar mucho tiempo a las fotos así que la calidad no es muy buena. Yo
que quería sacar partido al objetivo nuevo que compré hace un mes. En fin, al
menos estas fotos están pasables.
A
la vuelta paramos en Togatta Onsen
para darnos un baño en el Ryokan Sanjiro y
calentar un poco. En unas horas pasé de -10 ºC a 40 ºC.
Besos
para ellas y abrazos para ellos.
Albertico guapo: las fotos estupendas todas, pero la última, ésa toda de azules es preciosisma (que se decía antes en el pueblo: ahora no, que se han vuelto todos finolis). Son unas formas realmente curiosas, parecen de verdad gigantones.
ResponderEliminarY que mejor manera de descongelarse que a remojo en esa chulada de piscinas. Imagínate, si lo haces al revés (calentico primero y congelado después) igual acabas "liofilizado", como el nescafé.
Besicos faticos.
Jorge y Sara
Qué pasada de fotos! Se te agradece que hayas pasado un poco de frío para deleitarnos con esa maravilla. Aunque después supiste compensarlo en un onsen.
ResponderEliminarBesos!!
El sitio es mágico. Entre la ignorancia que lleva a la superstición y el frío tan cortante que crea esas figuras tan increíbles, es normal que se pensaran que eran monstruos.
ResponderEliminarEl onsen te lo ganaste. Estar haciendo fotos a menos 10º y con viento (sensación térmica de... ¿-20º?), eso sí es amor al arte.
Ánimo con la siguiente entrada. No lo dejes para el final que se te acumula la faena, jeje.
Muchos abrazos.
Vaya pasada Obi!
ResponderEliminarTodo: las fotos, los monstruos, el frío que pasaste, jeje.
Una historia muy bonita, gracias por compartirla.
Cuídate mucho, abrazos enormes Berto Chan!