Hola gente.
El miércoles por la tarde me entretuve con mi jefe de aquí y se me hizo tarde para ir a cenar al restaurante de la universidad (del cual tendré que hablar en otra entrada), y es que por aquí, ciertos comercios cierran muy temprano, en este caso a las 18:30 (sí, por aquí comen a las 11:30 y cenan antes de las 18:30, pero de esto tendré que hablar en otra entrada). Por lo tanto me aventuré en la búsqueda de un restaurante o, en su defecto, de un kombini, o lo que es lo mismo una tienda abierta 24 horas, en la que me dijeron que se pueden comprar platos hechos. Ya sé que suena un poco cutre, pero es que en mi habitación (de la cual tendré que hablar en otra entrada), aunque tengo cocina, no tengo ni un miserable cazo donde calentar siquiera un poco de agua para unos espaguetis. Pues en esas estaba, cuando me encontré con unos compañeros de laboratorio que me invitaron a ir con ellos a cenar, en un bastante incorrecto inglés (de lo cual tendré que hablar en otra entrada). Así que allí me fui en un coche con cuatro japoneses en busca de un restaurante. De esta manera llegamos a un sitio de estilo japonés, es decir, teníamos que comer sentados en unos cojines que, al principio son cómodos, pero después de un rato, si no estás acostumbrado, acaban resultando algo incómodos. La carta estaba escrita entera en japonés, así que, entre mi poco japonés y su poco inglés, acabaron pidiendo por mí, y el resultado fue este:
Que traducido en palabras se trata de ramen, arroz y pepinillos. Sí, el famoso ramen por el que Naruto se pirra es eso de la derecha (Joan, por fin lo he podido probar). A fin de cuentas es una sopa con unos fideos muy largos y tropiezos de carne, aunque según he leído, también existen otras formas de preparar ramen. La verdad es que estaba bastante bueno. La forma de comerlo es utilizando la cuchara para apoyar los fideos y poder cogerlos con los palillos y sorberlos, por supuesto ruidosamente (ya empieza a dárseme mejor eso de sorber, cuando vuelva no voy a saber guardar la compostura, estilo español, en la mesa). Lo de la izquierda es arroz con huevo triturado y algún tipo de salsa que no supieron explicarme. Esto lo comieron con una cuchara, así que yo no desprecié una oportunidad de utilizar cubiertos normales, aunque cada vez manejo mejor esto de los palillos. Pero bueno, me estoy yendo por las ramas (juego de palabras fácil: por les ramen).
Después del restaurante, fuimos a una especie de centro comercial porque ellos tenían que comprar algo. Este era el centro comercial:
Según me dijeron esta cadena de centros comerciales es muy popular en Japón, y se llama… Don Quijote, o más bien debería poner Don Kihoote, que es como se pasarían las letras en katakana, que están en el letrero, a romanji. Les expliqué lo que significa para nosotros Don Quijote, y no tenían ni idea. En realidad yo tampoco sé de dónde le viene el nombre a estos centros comerciales, si alguien lo sabe, por favor que lo comente.
Una vez dentro recorrimos el supermercado, y allí me encontré con esto:
Las mentes más freudianas están empezando a calentarse lo sé.
Bueno, pero en realidad a lo que yo iba era a mi primera frikada.
Después de salir del supermercado fuimos a una sala de juegos, donde empezaron a buscar una máquina en concreto que, por supuesto, no supieron describírmela antes de encontrarla. Se trataba de una especie de fotomatón enorme. Ellos fueron eligiendo distintos fondos para hacer las fotos, y se trataba de poner caras y posturas enfrente de la cámara. Creo que nos hicimos unas diez fotos más o menos. De ahí eligieron ocho fotos que se podían editar con un montón de cosas: desde escribir encima hasta poner estrellas. Al final, de las ocho fotos eligieron seis, que la máquina imprimió en un papel tipo pegatina, de un tamaño de 10x15 cm. Recortaron las distintas fotos y las repartieron. El resultado final fue el siguiente:
Y hasta aquí la historia de mi primera frikada en Japón.
Abrazos para ellos y besos para ellas.
Daría parte de mi brazo izquierdo por estar ahí, conociendo una cultura tan distinta y para constatar que los japos son unos frikies de órdago. Muy buena idea la del blog, mola. Besote en el cogote, primo.
ResponderEliminarCAMINO
creo que hay consenso en lo de dar el brazo izquierdo por estar ahi, (o 1300 euros, que tambien vale, hehe)
ResponderEliminarTio, eso es vivir y lo demas son pamplinas, a disfrutar. La comida tiene una pinta genial y el super pues que quieres que te diga, con todos esos colores yo creo que seria feliz. Guardame algo de ramen.
Muy buena idea lo del blog. Desde Gijón seguimos tus aventuras, así que no dejes de escribir. Por cierto, no aclaras nada sobre si compraste en el súper o no. Un beso.
ResponderEliminarjajaaj al final q eran esas cosas amarillas. Madre mía tienes unos... como platos, una cuktura tan diferente y un idioma tan... imposible (por lo menos para mí) las fotos muy buenas. los japoneses son unos frikis de cuidado y hay q adaptase jajaaj besos y a cuidase
ResponderEliminarPD: tienes q enseñarnos a cocinar el ramen jaja
Como dice tennosuke, tan solo hay que dar 1300 euracos para venir hasta aquí, y yo os dejo un suelo donde dormir.
ResponderEliminarA Lara: Esas cosas amarillas son unas fundas para conservar plátanos. Lo pone en el panel explicativo de la izquierda...