Sobre las visitas a los pubs de Guildford y su adicción a la sidra de pera no voy a hablar mucho, porque quiero que sigáis pensando que soy un chico serio que no anda por ahí nada más que para tomar fotos, escribir un blog de viajes y que a los amigos les hace viajes turísticos personalizados.
El caso es que Mario no conocía Brighton y yo, aunque estuve allí el año pasado, lo conocía muy superficialmente, así que decidimos ir allí. Si os soy sincero, tampoco esta vez se puede decir que haya conocido muy a fondo esa ciudad porque fuimos el sábado y no nos levantamos muy temprano que digamos. En realidad, en esta ciudad no parece que haya mucho que ver desde el punto de vista cultural aunque sí que tiene mucha vida gracias a su carácter de ciudad de vacaciones, digamos que, salvando las distancias, es la Benidorm de Inglaterra. Además, al tener una universidad bastante grande también le da un poco más de vida. Sobre la ciudad ya hablé un poco en la anterior entrada dedicada ella, así que no voy a poner más aquí.
Lo que hicimos después de comer fue dar un largo paseo por la playa y el paseo marítimo, el cual os muestro a continuación.
Como dije, el paseo nos llevó su tiempo, especialmente porque Mario es, entre otras cosas, fotógrafo ahora aficionado pero hace unos años, profesional (vamos, como se suele decir, un parto aprovechado), así que le dejé mi cámara y se dedicó a hacer fotos a todo lo que se movía. Comenzamos el paseo yendo hacia el oeste y luego bajamos a la playa para hacer el recorrido hacia el este. Como estaba marea baja, pasamos muy cerca de los restos del West Pier, el cual se incendió en 1970.
En este sitio tienen pensado construir una torre de observación de 150 metros de altura. Es difícil de explicar cómo se supone que va a ser, así que aquí tenéis un video del proyecto. Si me preguntáis a mí, no me gusta mucho, aunque entiendo que hay que introducir elementos modernos en las ciudades.
Al final de nuestro paseo hacia el este se encuentra el Pier, donde hay varios restaurantes, tiendas, casinos, puestos de feria e incluso atracciones.
Este es bastante conocido, pero muchas ciudades costeras tienen este tipo de construcciones que se meten en el agua utilizadas como centros de ocio. Desde allí saqué esta imagen que os pongo a continuación de la línea del horizonte de Brighton.
Tengo que decir que esta fotografía está retocada por mí. Como dije antes, Mario es fotógrafo y además sabe mucho de fotografía digital, así que me estuvo dando alguna lección de Photoshop y lo intenté poner en práctica. No es que esté genial, pero comparando con la foto inicial, creo que ha quedado relativamente bien. Por si alguien está pensando que esto es hacer trampa, según Mario, esto es lo que se hacía de manera automática cuando se llevaban las fotos a revelar, sólo que en este caso está hecho un poco más finamente y a mano. Por cierto, aunque la imagen esté apaisada no es una composición, es un recorte de una imagen mayor.
Al parecer, aquel fin de semana era el día que más cerca estaba la Luna de la Tierra en más de un siglo o así, así que se veía muy grande. Me temo que la cámara y el objetivo que tengo no daban para más, así que no pude sacar una foto como es debido, pero se hizo lo que se pudo.
Lo último que hicimos antes de volver a Guildford fue pasar a ver el Royal Pavilion por fuera. Éste es un palacio que mandó construir el rey Jorge IV. Se trata de un capricho del rey que quería un palacio sacado del cuento de Las mil y una noches, el cual se construyó entre 1815 y 1823. Juzgad vosotros mismos si se trata de una belleza, una extravagancia o una simple mala copia de los palacios orientales.
Después de esto volvimos a Guildford para salir un rato por la noche. Nada demasiado extraordinario por dos razones, porque esto es Inglaterra y no se puede salir hasta más tarde de las tres de la madrugada y porque Mario tenía que marchar de vuelta al día siguiente bastante temprano.
Desde aquí me gustaría agradecer a Mario de nuevo su visita. Tener visitas es una de las cosas que más ayudan a sobrellevar el tiempo fuera de casa.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Sea porque tuviste profesor, sea porque cada vez te salen mejor, las fotos son increíbles.
ResponderEliminarEse finde intenté yo hacer algo con la luna pero mi cámara no daba para nada así que desistí en seguida, a ti te ha quedado bien.
Lo de la torre... no lo sé. Será un punto turístico más.
Aguna foto de algún pub, sí que podrías haber incluido, jeje.
Me alegro de que lo pasaras bien.
Talue
Albertico guapo, menos mal que tienes amigos que te quieren bien, te sacan de casa y así te relajas un poco de todo ese esss-trés (u cuatro) que llevas acumulado.
ResponderEliminarLas fotos estupendas, como siempre. Bueeeno, vaaale, mejor que siempre.
La idea de la torre me gusta, supongo que todo será que hacierten en ponerla donde NO sea un petardo.
Besicos faticos para tí.
Me imagino el paseo que disteis después de comer porque, conociendo a Mario, ya lo veo haciendo fotos de todo y a todo, jajaja.
ResponderEliminarNo viene mal unas clases teórico-prácticas sobre la marcha de fotografía y arreglos fotográficos.
Me alegro que lo pasarais muy bien!!
Besos!!
Qué guapas las fotos Sempai!
ResponderEliminarTodavía me acuerdo de Mario cuando fuimos al Dobra y pasamos por el Fito; nos pasamos como 1 hora parados en el arcén y el haciendo fotos a caballos que pastaban por allí. La verdad que alguna le quedó para venderla, pero leñe!! que todavía estábamos a medio camino de viaje jeje.
Vaya dos por Brighton!
Un abrazo Obi!