domingo, 31 de octubre de 2010

...se ve con un amigo

A la semana siguiente de que vinieran por aquí Arkángel, Raquel, Nacho y Marta, Joan se decidió a hacerme una visita.

Joan, a quien muchos de vosotros ya conocéis y si no, lo podéis hacer en su blog sobre sus increíbles aventuras en la isla Reunión, es un amigo de hace mucho tiempo y siempre nos debemos una visita allá donde estemos.

Le doy un trato diferente con esta entrada porque no quiso ir a Londres, así que busqué un itinerario para ver muchas cosas en apenas dos días y que no fuera por la capital. Él llegó al aeropuerto de Stansted, que queda al noreste de Londres, justo al otro lado de Guildford. Como Londres es inmenso, la distancia por carretera es de unos 130 kilómetros ya que hay que rodear la ciudad. El caso es que Joan vino de viernes y yo pasé a buscarle por el aeropuerto. Salí con lo que yo creí que iba a ser tiempo suficiente hasta que me di de bruces con la cruda realidad, un atasco enorme por la M25, que es la autopista que rodea Londres. Por raro que parezca, en el país en que se comenzó a motorizar el Mundo, las carreteras no son gran cosa y siempre hay obras en las autopistas. Sumando esto a la cantidad impresionante de gente que se mueve hacia, desde y en los alrededores de Londres, el resultado fueron 3 horas para recorrer 60 kilómetros. Así que eché más de 4 horas en llegar al aeropuerto y el pobre Joan llevaba esperando desde el mediodía. Desde aquí mando de nuevo mis disculpas.

La noche del sábado al domingo la pasamos en el albergue juvenil de Sherwood. Al parecer, el famoso bosque ya no es lo que era en sus tiempos debido a la deforestación que se produjo por la explotación de las minas de la zona. De todas maneras, este sitio no era nuestro primer destino. Aquí os pongo una foto de unas esculturas de Robin Hood y Lady Marian que estaban en el pueblo donde nos quedamos a dormir.

El sábado por la mañana nos fuimos hasta Lincoln con el objetivo principal de visitar su catedral, ya que había leído que es una de las más bellas de Inglaterra. Esta catedral está considerada como una de las obras maestras del románico y el gótico ingleses. La primera construcción Normanda data de 1072, pero un terremoto la destruyó casi completamente en 1185, terminándose su reconstrucción en 1200. Lo que más llama la atención a los ojos de alguien que no sabe de historia o arquitectura, es su fachada occidental.

Ahora que preparé esta panorámica (porque en el sitio me era imposible sacar la fachada en una sola imagen), me doy cuenta de lo que nos explicaron en un recorrido que hicimos. La fachada se realizó en varias fases, la primera de ellas es de origen normando, que son las tres portadas centrales. Más adelante, a partir de 1235, se añadió la fachada cuadrangular gótica. Por último, en el siglo XV se añadieron las torres. En esta foto no se ve, pero la catedral también tiene una torre central sobre la que se erigía una cúpula que llegó a tener 20 metros más de altura que la Gran Pirámide de Egipto. No tengo muy claro que pasó con ella, pero debió de haber algún terremoto más o algo parecido.

Cuando entramos en la catedral, nos ofrecieron hacer un recorrido por el tejado, guiado y que estaba incluido en el precio de la entrada. Como no perdíamos nada y nos pareció interesante lo hicimos. El problema es que se suponía que el recorrido duraba 45 minutos, pero la guía se emocionó al contar toda la historia de Inglaterra y al final acabamos hasta las narices de ella. Entre que mi inglés no es gran cosa y que no estoy puesto en historia inglesa, y que el inglés de Joan es aún peor que el mío, nos acabamos agobiando un poco, ya que la guía hablaba más tiempo del que te dejaba para ver realmente las cosas. Lo bueno es que desde el tejado se tienen buenas vistas de la zona ya que la catedral está construida en una colina.

Lo que se ve en primer término es el castillo de Lincoln, donde no entramos porque se nos hacía un poco tarde por culpa del recorrido que hicimos. Una de las cosas que me llamaron la atención fue que desde este sitio se podían ver como tres o cuatro centrales térmicas y todas ellas de gran tamaño. Probablemente no podréis verlo en esta foto porque les suelo bajar un poco la calidad, pero una de las centrales que se veían tiene 7 u 8 torres de refrigeración, cosa que nunca había visto hasta ese momento. Creo que en la zona hubo mucha minería de carbón, así que supongo que sería por ello que hay esa cantidad de centrales en tan poco espacio. Ahora que escribo esto, creo que la guía contó algo relacionado con la lluvia ácida y la catedral, pero no recuerdo qué era. Lo que sí recuerdo es que la biblioteca fue diseñada por el omnipresente arquitecto Cristopher Wren, del que ya he hablado en más ocasiones.

Tras terminar con la catedral dimos un paseo por la ciudad. La bajada hacia el centro se puede hacer por la calle Steep Hill, que es una calle muy pendiente, como su propio nombre indica. En esta calle se encuentran dos curiosas casas, la primera de ellas, la Norman House.

Y la otra, que es una de las casas más antiguas de Inglaterra, la Jew’s House.

No sé de cuando data esta casa, pero a juzgar por las líneas curvas y la inclinación de la puerta, puede ser verdad que es muy antigua. Aunque esto no tiene nada que ver ya que he visto casas en mucho peor estado que esta.

Llegando al centro se pasa por debajo del Stonebow, sobre el que se encuentra el Guildhall o ayuntamiento, antes de entrar en la High Street.

Después del paseo por la ciudad nos volvimos al coche para poder seguir camino. La idea era la de ir hacia donde teníamos reservado para pasar la noche pasando por el parque nacional de Peak District. Lo malo es que se nos hizo un poco tarde y lo hicimos casi todo en coche por lo que apenas pudimos parar a sacar fotos. Sin embargo, fuimos a ver por fuera la Chatsworth House, casa de los duques de Devonshire.

La zona me gustó bastante a pesar de no ver los picos que el nombre del parque hacía suponer. Tenía un poco más de relieve de lo que suele ser Inglaterra, pero no dejaban de ser pequeñas colinas. Los terrenos de la casa se veían muy manipulados por la mano del hombre, pero tenían cierto encanto y se empezaban a ver mucho los colores del otoño, lo que le añadía belleza al paisaje.

Pasamos la noche en un albergue cerca de Stratford-upon-Avon, el pueblo natal de Shakespeare, el cual visitamos a la mañana siguiente bajo una llovizna que, aunque no era muy fuerte, no nos dejó de molestar durante prácticamente el resto del día. Este pueblo está muy enfocado al turismo relacionado con el famoso dramaturgo, de manera que se puede hacer un recorrido por las casas que marcaron su vida. Por ejemplo, aquí os pongo varias de ellas. La primera, el lugar donde se supone que nació, aunque no se sabe a ciencia cierta, ni siquiera cuándo.

La siguiente es la escuela donde se cree que estudió de joven, la Stratford Grammar School.

Por último y nunca mejor dicho, os pongo aquí la foto de la casa donde murió.

Por cierto, este tipo de casas inglesas, las cuales se ven mucho en este país, se llama Black-and-white Half-timbered, vamos, casas de entramado de madera pintadas de blanco y negro.

El destino principal de aquel día era el Warwick Castle por lo que no nos paramos demasiado en este pueblo ya que Joan tenía que marchar esa misma tarde de vuelta a España.

Este castillo está considerado como uno de los más bellos castillos medievales de Inglaterra el cual se comenzó a construir en 1068 por Guillermo I el Conquistador a orillas del río Avon como podéis ver a continuación, si me creéis que este es el río en cuestión, el cual yo creía que era el mismo que pasa por Bath y Bristol, pero no, por lo visto hay muchos ríos en Inglaterra que se llaman igual y este se conoce como el Avon de Warwickshire.

Es cierto que el castillo está muy bien conservado y su visita merece la pena. Se pueden ver muchas representaciones de la vida en el castillo en las distintas épocas, desde la Edad Media hasta comienzos del siglo XX. Sin embargo, me da la impresión de que el castillo está en manos privadas y su explotación se parece a la de una atracción de feria para atraer a los visitantes con muchas tonterías. De todas maneras, creo que es un sitio que merecía la pena conocer.

A continuación os pongo otra de mis panorámicas del patio interior del castillo. Espero que no estéis hartos de las panorámicas, es que me parece que en ocasiones se puede transmitir mejor lo que se ve.

La verdad es que esta imagen no quedó del todo bien debido a que estaba lloviendo y se me mojó un poco el objetivo, así que se nota un poco borroso en alguna parte.

Después de terminar la visita al castillo nos fuimos a comer en un pub y luego marchamos hacia el aeropuerto de Stansted. Íbamos con el tiempo un poco justo pero con el suficiente para llegar. Lo malo es que no contamos con que habría un atasco impresionante a 20 kilómetros de llegar a Stansted. El asunto era muy grave ya que Joan tenía que trabajar esa noche y el siguiente avión que podía tomar era muy tarde y probablemente le hubiera salido muy caro. Por suerte el tráfico se despejó un poco y llegamos justo para que Joan pudiera entrar en el avión cuando estaban a punto de cerrar las puertas, para una vez que Ryan Air no se retrasa…

En fin, desde aquí darle de nuevo las gracias a Joan por su visita, que sé que siempre es de los primeros que leen estas líneas. Y también disculparme por no haber previsto que el tráfico hacia Londres desde el norte, un domingo por la tarde, sería tan intenso como lo fue.

Como podéis ver, ofrezco viajes organizados por Inglaterra hechos a medida del consumidor. Joan me pidió algo que no fuera Londres, con castillos y rubias, y yo le ofrecí Warwick y unas cervezas en un pub.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

5 comentarios:

  1. Un fin de semana muy bien aprovechao!! jajaja. Hasta el último momento. Compensasteis el atasco de la ida.

    A Arkángel le hubiera dado algo si llega tan justo al avión.

    Besos!!

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  2. Y pensar que casi voy yo... A mí sí que me hubiese dado un síncope. ¡Si es que siempre van con el tiempo justo...! Pero bueno si hubiese ido yo, probablemente les habría dado la tabarra para llegar al aeropuerto a la hora de desayunar.
    Además Ryanair tiene derecho de pernada para salir cuándo y a donde le dé la gana; el usuario sólo tiene derecho a pagar y no te quejes, que te contestarán de malos modos y sólo en ingles.
    Albertico eres un cielo, pero como Joan, un tranquilazo de cuidado.
    No te enfades ¿eh?
    Besicos faticos.

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  3. Di que si Sara, yo estoy contigo, estaría de los nervios jeje.

    Berto, muy chulas las fotos, vaya viaje más guapo que os pegasteis.

    El Warwick Castle tiene que molar un puñao, me encantan los castillos; bueno para otra visita.
    Pobre Joan, vaya nervios que pasaría.

    Un abrazo Obi.

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  4. Holas varias.
    El viaje fue muy chulo y los desayunos de lo mejor (Alberto ya no los comenta porque está acostumbrado).
    A la ida como fui sin dormir no me importó esperar mientras dormía tirado en el aeropuerto.
    Hay que decir que en el atasco de vuelta el que peor lo pasó fue Alberto y que el pobre además se esperó una hora a ver si yo salía de nuevo por no haber podido entrar en el avión. No le pude avisar porque se quedó sin batería y no pude cargarlo hasta llegar a España.
    Una cosa que me llamó la atención es que de merendar en inglaterra pasé en dos horas a trabajar en Girona. Lo que es la globalización.
    Besicos para todos.

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  5. A propósito de los atascos en Londres (y por extensión supongo que en todas las grandes urbes):
    Hay un librito escrito al alimón por dos estupendos autores ingleses, Terry Pratchett y Neil Gaiman que se titula "Buenos Presagios" y además de reir a carcajadas, con él se explica uno muuuuchas cosas.
    Advierto que es literatura fantástica (con los pies en la tierra), por si algún cultureta luego me bufa.
    Más besicos faticos

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