miércoles, 22 de septiembre de 2010

...se va de cuento con sus padres

Hace tres entradas había dejado a mis padres de visita por Londres. El viernes siguiente a su llegada a Inglaterra se vinieron a Guildford para conocer un poco el sitio donde estoy viviendo (tal vez algún día pueda poner fotos de esta ciudad). Sin embargo, la principal razón era para coger el coche al día siguiente e ir de visita a algún sitio fuera de Londres. En este caso decidí ir a la zona sureste de Inglaterra. La principal parada que hicimos aquel sábado fue en Dover para visitar su famoso castillo, aunque es también conocido por su puerto, de donde salen una gran cantidad de ferrys hacia Francia, y también porque se encuentra cerca la boca del eurotúnel.

Esta es una imagen desde lejos del castillo. A pesar de que se ve bastante imponente, supongo que la vista será mucho más espectacular desde el mar, ya que está situado en lo alto de un acantilado. De hecho, desde este castillo se puede ver la costa francesa. El tiempo no acompañaba mucho, quiso llover un poco, pero después descampó y tuvimos la suerte de ver la otra parte del Canal de la Mancha. Lo que más desmerecía de la vista desde el castillo era que el puerto de Dover está justo debajo, con lo que se pueden ver los ferrys ir y venir continuamente y se puede sentir el ruido.

Tal vez el día que marche de este país vuelva a este puerto a coger el ferry, aunque está por ver después de la mala experiencia de cuando vine, aunque desde aquí, el viaje por mar sería mucho más corto. Ya veremos.

El interior del castillo es bastante grande, con muchos sitios que visitar. Al igual que otras fortalezas que he tenido la posibilidad de visitar a lo largo de la costa sur de Inglaterra, el castillo que se puede ver actualmente es el resultado de múltiples reformas. Sus orígenes se pueden buscar en tiempos de los romanos, de cuando queda el antiguo faro del 50 d.C.

Y desde estos tiempos se puede llegar a la segunda guerra mundial, cuando añadieron varios bastiones defensivos, pasando por la construcción del keep, que creo que se puede traducir como torre del homenaje, en tiempos de Henry II en el siglo XII.

Esta imagen es una panorámica, así que por eso se ve un poco rara, pero es que no había espacio suficiente para sacar la torre en una sola foto.

El interior de la torre se puede visitar, donde hacen representaciones de escenas cotidianas medievales, como en muchos sitios que he visitado hasta ahora.

Después de la visita al castillo, nos dimos una vuelta por las zonas cercanas, en busca de los famosos acantilados blancos. Aquí os pongo una muestra de los mismos en St Margaret’s at Cliff.

Hay que reconocer que con la altura que tienen y lo blancos que son (la piedra creo que es una especie de caliza que se llama creta), resultan bastante impresionantes y atractivos a la vista.

Dover formaba parte de los Five Ports (confederación formada por los puertos de Dover, Hythe, Sandwich, New Romney y Hastings formando la principal línea defensiva de la costa sur inglesa hasta 1685), cuya cabeza visible, curiosamente, era la ciudad de Sandwich, donde el cuarto conde del mismo nombre creo la más famosa comida inglesa en 1762, pero de esto ya había hablado en otra entrada. La ciudad debió de perder bastante importancia debido a que la desembocadura de su río se colmató de arena (al igual que los demás puertos de la confederación, excepto el de Dover), de modo que el único acceso al mar es por medio de canales y sólo para barcos pequeños. El pueblo en sí es curioso y no está de más darse un paseo, pero no hace falta desviarse para visitarlo. Aquí os pongo un escudo de la confederación de los Five Ports, que se puede ver en muchas de las casas de Sandwich.

A nosotros nos cogía de camino a Canterbury, que es donde había reservado una habitación para pasar la noche y poder visitar al día siguiente su famosa catedral, sede del primado de la iglesia anglicana. Aunque llegamos tarde, aún nos dio tiempo a dar un paseo y poder sacar una foto nocturna a la catedral.

El recinto de la catedral se cierra por la noche, así que esto es lo mejor que pude sacar. De todas maneras, al día siguiente visitamos el recinto así como el interior de la catedral. La entrada para los turistas se encuentra aquí, la Christ Church Gate.

Nada más pasar esta puerta se encuentra uno de bruces con la catedral.

De nuevo, esta imagen se trata de una composición, ya que me era posible sacar una fotografía en el espacio que hay.

Antes de visitar el interior, nos dimos una vuelta por el recinto. De todo lo que se puede visitar, merece la pena darse una vuelta por el claustro.

Cerca del claustro se encuentra la Water Tower, donde se suponía que había un pozo con una cisterna, pero yo no recuerdo ahora haber visto ninguna de estas dos cosas. De todas maneras, la construcción es curiosa.

Se pueden ver otros edificios bonitos en el recinto, como el del King’s School, pero ahora no me voy a extender más con esto.

Debajo de la catedral se encuentra la cripta más grande de Inglaterra y yo creo que es la más grande que he visto hasta ahora con diferencia, por tamaño podría ser casi otra catedral. De esto no tengo fotos porque no estaba permitido.

Una vez en el interior de la catedral, una de las cosas que más me llamó la atención, a parte de la grandiosidad esperada, fue que la diferencia de alturas desde la entrada hasta el ábside es muy grande. Ya había notado esto en otras catedrales (supongo que todas ellas anglicanas, pero no tiene por qué ser así), sin embargo en este caso la diferencia es muy pronunciada. Desde la nave principal hay que subir unas escaleras hasta el coro y de aquí otras escaleras hasta la Trinity Chapel. A continuación os pongo unas fotos de estas tres partes en el orden que acabo de poner.

Detrás del altar de la Trinity Chapel se encuentra la Cátedra de San Agustín, donde se coronan los arzobispos de Canterbury y desde donde se domina casi toda la catedral.

La Trinity Chapel está dedicada a la memoria de St. Thomas Becket, asesinado en esta misma catedral en 1170 por sus problemas con Henry II. Sus restos se depositaron en la misma catedral para, siglos más tarde, en tiempos de otro Henry, en este caso el omnipresente Henry VIII, se retiraron y destruyeron durante la Reforma Protestante. El sitio donde tuvo lugar el martirio está ocupado desde 1982 por el Altar of Swords.

Para terminar con nuestro particular cuento de Canterbury, al salir de la catedral nos dimos una vuelta por el centro de la ciudad. Aquí os pongo una imagen de uno de los canales, por los que se puede ir en barca, alquilando los servicios de un remero.

También estuvimos en una iglesia donde se conserva la cabeza de Sir Thomas More, decapitado por orden de Henry VIII por oponerse a la reforma, pero de esto no merece la pena poner fotos (tranquilos, no se puede ver la calavera, sólo se ve una placa conmemorativa).

Después de dejar la ciudad nos dirigimos a Stansted, desde donde mis padres salían al día siguiente de vuelta a Oviedo. Los dejé sanos y salvos en el hotel que les había reservado cerca del aeropuerto, después de diez días por tierras inglesas.

Sé que esta entrada ha quedado un poco larga y probablemente no me haya quedado demasiado bien redactada, pero es que la he ido escribiendo a lo largo de varios días. Además, aún me queda mucho para ponerme al día y si parto las entradas, seguro que nunca llegaré a terminar.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

2 comentarios:

  1. ¡Por fin! ¡Soy la primera! ¡Nadie me ha pillado la delantera!
    Te ha quedado una entrada estupenda. Si te falta faena te puedes poner de guía turístico-cultural-intérprete-etc. (que ya se sabe que los autónomos han de ser muuuy polivalentes).
    Las fotos muy guapas, las composiciones estupendas, no se les nota las costuras, frunces, celo, grapas o lo que lleven.
    Por cierto este domingo hemos quedado con el paaapa. Si me mandas un mail para quedar, podríais hablar por el Skipe.
    Besicos faticos.

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  2. Vaya hombre!!! Os habeis adelantao, jajajaja.

    Las fotos muy chulas, como siempre. Aderezadas con un poco de cultura que no viene nada mal!.

    Yo estoy de acuerdo con Joege y Sara: qué te contraten en la Lonely Planet!

    Besos!!

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