Aquí va la segunda entrega de cómo Nacho y yo pasamos nuestro segundo fin de semana en Japón.
A Nacho le dijeron que un buen sitio para visitar era la bahía de Matsushima. Resulta que este lugar es uno de los considerados como Nihon Sankei (Las tres maravillas naturales de Japón), clasificación que viene a ser parecida a la de Las Siete Maravillas. Sin mayor problema nos dirigimos hacia este lugar en un tren tipo cercanías. Al salir de la estación fuimos a la oficina de turismo donde lo primero que nos preguntaron fue que de dónde éramos, y así el señor de la oficina se dirigió a nosotros en un bastante correcto castellano, con acento sudamericano.
En la bahía hay unas 264 islas, pobladas en su mayor parte tan solo por pinos. Se puede dar una vuelta en barco, pero nosotros, ante la duda de si nos marearíamos o no, y sobre todo, porque era demasiado largo y no teníamos tiempo, no montamos en el barco. Sin embargo, a las islas principales, o las más conocidas, se puede acceder a pie. Así que hacia ellas nos dirigimos.
Esta es la isla de Oshima (creo que –shima viene de jima que significa isla, así que decir isla de
Oshima es redundante), la cual fue lugar de recogimiento de monjes budistas, de manera que está repleta de imágenes de buda, cuevas para meditar y pequeños templos. En esta isla existe un recordatorio al poeta Matsuo Bashoo. Este poeta del siglo XVII dejó constancia de su paso por esta isla en su libro Oku no hosomichi (que se suele traducir por Sendas de Oku), el cual es una especie de libro de ruta, en el que entremezcla el relato de su viaje desde Edo (antigua Tokio) hasta Hokkaido (isla principal más septentrional del archipiélago nipón), con poemas del estilo haiku (poemas cortos de métrica 5-7-5).
Bueno, después de este tocho cultureta, voy a continuar de una manera un poco más prosaica.
La siguiente isla que visitamos fue la de Godaidoo.
En esta isla hay un templo que por lo visto sólo se abre una vez cada 33 años. La última fue en 2006, de haberlo sabido antes… Eso sí, ¿os imagináis la cantidad de polvo que tendrán que limpiar al cabo de esos 33 años?
Por último, visitamos Fukura-jima. Esta isla está conectada con la costa por un puente de 252 metros de longitud, que en su momento tuvo que ser de madera, pero que ahora es de metal y hormigón (por mucho que las guías turísticas digan lo contrario).
En esta isla hay un parque botánico por el que se puede dar un buen paseo a la sombra (aunque ese día no hacía falta) de multitud de árboles. No soy muy bueno en botánica, así que sólo supe diferenciar los pinos y castaños. Lo más notable que hicimos aquí fue tocar el agua del pacífico por primera vez en nuestra vida.
Tras terminar con esta isla nos fuimos a comer algo. Yo me comí esto, que se supone que es típico de la prefectura de Miyagi (donde están Sendai y Matsushima).
Aparte del arroz y la sopa de soja con almejas que ponen en todos los sitios, lo del plato es lengua de buey. Unos japoneses se me quedaron mirando porque le hacía la foto al plato, bueno, también ellos lo hacen cuando van por España.
Después de esto nos volvimos hacia la estación, pasando por unas cuevas que habían sido una especie de cementerio.
Una vez en Sendai nos dio tiempo a buscar un sitio para cambiar la pila a mi reloj, que se me había parado (mira que duran años estas pilas y tenía que terminarse en Japón precisamente) y cenar.
Al día siguiente, es decir, ayer lunes, me volví a Nagano, con lo que aquí termina el relato del segundo fin de semana con Nacho.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Lo del plato negro parecen orejas.
ResponderEliminarQué cámara llevaste, la de tu paspas? Prueba a jugar con los filtros que tiene(si es como la del mío), hay uno que intensifica los colores, para paisajes está genial, sobre todo si no hace muy buen día, las nubes grises también son guapas!
Fernando te diría que se puede hacer con photoshop, lo usa pa todo el tío, pero a mi en particular, eso me da pereza(como todo en general).
:)
Pues mira por donde ya lo intenté. Como parece que las fotos son ventanas activas, clické en ellas para ver si se podía abrir una con más resolución y tratarla un poquiñín, pero no deja, una pena, hay fotos a las que se les puede sacar jugo seguro.
ResponderEliminarLo primero: la cámara es mia. La verdad es que no me di cuenta de cambiar la configuración para que salieran mejor las imágenes.
ResponderEliminarSe supone que se debería poder acceder a las fotos en tamaño real, pero, no sé por qué, no deja hacerlo. De todas formas, las imágenes que subo al blog son jpg de baja resolución. Si queréis las imágenes de alta resolución os las puedo pasar.
Desde luego, hay que estar en todo, la gente se fija en todos los detalles. A partir de ahora procuraré esmerarme más en las fotos.