miércoles, 28 de abril de 2010

...visita Windsor

Parece que me estoy retrasando un poco con las entradas. En fin, tendré que ponerme un poco al día, aunque no me va a costar demasiado, porque no es que haya hecho gran cosa últimamente.

Estas últimas semanas ha estado haciendo muy buen tiempo por estas tierras, así que hace un par de sábados me decidí a visitar algún sitio. Como de momento no tenía ganas de ir muy lejos con el coche, me decidí por ir a visitar el castillo de Windsor.

Windsor es una pequeña población que queda a unos 40 kilómetros al oeste de Londres, lo que es más o menos una hora en coche desde Guildford. De manera que el sábado de hace dos semanas Todoroku y yo nos fuimos allí.

Un comentario sobre los aparcamientos en las ciudades inglesas: es de lo más complicado. Existen muchos tipos de aparcamientos y todos ellos caros, con diferentes tarifas dependiendo del día de la semana. Para muestra, lo que me pasó en Windsor. Iba a dejar el coche en un aparcamiento que me iba a costar más de cinco libras el día, sin embargo, me dio por ir un poco más lejos y me encontré con un aparcamiento que era gratis los fines de semana, el cual estaba a menos de 20 minutos caminando del castillo. De manera que, si a uno no le importa caminar un poco, se pueden encontrar estas cosas. Además, el aparcamiento estaba al lado del Home Park, un parque que rodea el castillo excepto por su parte occidental, desde el cual se puede apreciar esta vista de la fachada noreste.

La entrada al castillo cuesta 16 libras (unos 18.50 €) lo cual no es poco, pero incluye el acceso al interior del castillo, de los apartamentos de estado, la capilla de St George, la visita a la casa de muñecas de la reina Mary, además del uso de una audioguía. De todas maneras, lo que se puede visitar es más bien poco en comparación con el tamaño del sitio. Este castillo es el más antiguo del mundo que está en uso por la realeza, lo que quiere decir que la reina puede disponer de él a su antojo, y si lo quiere cerrar justo el día que quieres ir a verlo, te fastidias.

Al parecer, una de las maneras de saber si la reina está en el castillo es mirando la bandera que ondea en lo alto de la torre redonda, una de las partes más emblemáticas del castillo de Windsor. Si la bandera es la conocida azul, roja y blanca, entonces la reina no está en el castillo; si el pendón es el de la reina, con los leones y demás, entonces puedes entrar en el castillo a tomar el té con su graciosa majestad, si la guardia real te deja pasar.

Como podéis ver en esta foto, no tuve la oportunidad de que la reina me invitara a tomar unas pastas. Por otro lado, en el castillo viven y trabajan más de 200 personas, con lo que hay movimiento continuo de personal por el interior. La verdad es que no me gustaría vivir aquí, teniendo en cuenta la cantidad de visitantes que tiene este castillo.

Dentro del recinto amurallado se encuentra la capilla de St George, que es la sede de la Orden de la Jarretera (Order of the Garter), la orden de caballería más antigua de Inglaterra y una de las órdenes en funcionamiento más antiguas del Mundo.

En el interior de los edificios está prohibido sacar imágenes, así que no puedo enseñaros nada de ellos. Resulta interesante la visita a los apartamentos de estado, ya que en ellos todavía se celebran las recepciones reales y demás historias monárquicas. En el interior de la capilla de St George, destaca el coro, con su sillería labrada y los estandartes, yelmos y espadas de los miembros de la Orden de la Jarretera que están colocados en la parte superior de las sillas. La casa de muñecas perteneció a la reina Mary, esposa de George V, que tenía una gran predilección por las miniaturas. Se trata de una gran casa de muñecas, hecha en los años 20 del siglo XX, con gran detalle y que costó una fortuna debido a su gran detalle y a que intervinieron en su construcción los arquitectos y artistas de la época.

Por el recinto del castillo, uno se puede encontrar a miembros de la guardia real británica haciendo su trabajo. Según la audioguía, es posible que estos soldados hayan estado hasta hace poco de servicio en una misión en alguno de los sitios donde esté sirviendo el ejército británico. Sin embargo, a mí me parecen demasiado jóvenes, con lo que da la impresión que son unos cadetes recién salidos de la academia militar.

Su trabajo, además de dar paseos y gritar para cambiar el arma de hombro, es aguantar a los turistas por lo que no tengo claro si este destino es una bicoca o no.

Supongo que tendrán que elegir a los soldados con más paciencia del ejército. Otra cosa que me llamó la atención de estos soldados no fue el sombrero, si no los zapatos, los cuales tienen un considerable tamaño con una suela bastante grande. Supongo que será para poder mantenerse de pie durante tanto tiempo y no perder el equilibrio.

Después de salir del castillo, me di un paseo por el pueblo, aunque primero me fui al Long Walk, que es un largo paseo (qué original soy) de más de 5 kilómetros, que va a dar a la entrada sur del castillo, la cual pongo a continuación.

Y este es el largo camino que la plebe tiene que hacer para llegar a la realeza.

Lo más señalado del pueblo es el ayuntamiento, el cual fue terminado por Cristopher Wren. De este arquitecto he hablado poco de momento, más que nada porque aún no he puesto apenas entradas de Londres en el blog. Sin embargo, como ya dije en la entrada de Hampton Court, este arquitecto está por todas partes, como un Norman Foster del siglo XVII.

En sí, este edificio no es que sea espectacular, pero como lo terminó Wren, hay que mencionarlo. En realidad, lo que hizo fue añadirle las columnas, las cuales no eran necesarias para sostener el edificio, así que como era así de chulo, las columnas no llegan al techo a propósito.

Dando un paseo por el pueblo, me encontré con este pequeño edificio, el cual no creo que haya sido diseñado por ningún arquitecto famoso, pero probablemente dentro de unos años no le vendrían mal unas cuantas columnas de verdad para que no se caiga.

Después de darme una vuelta por el pueblo, me fui hasta el coche para comer el bocadillo que me había preparado por la mañana. Menos mal que había desayunado bien, porque a las horas que comí, el estómago me estaba empezando a llamar a gritos en medio de la capilla de St George.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

5 comentarios:

  1. El castillo muy chulo pero lo que realmente me gusta es esos enormes y vastos parques verdes. Y algo a lo que ya no estoy acostumbrado, llanos. Aquí eso no existe.
    Por cierto, realmente hacía buen tiempo.
    Venga que solo quedan dos entradas.. jeje
    Nos vemos.

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  2. Muy chula la entrada Sir Berto.
    Joan tiene razon vaya parques que se gasta la monarquia inglesa.
    Que mala educacion la de la reina, no estar cuando vas tu y no invitarte al te de las 5 imperdonable!

    Un abrazo y mucho animo que dentro de nada estas por Reunion!

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  3. My darling Albertico. My be una très occupée (y políglota) reina. Your are obligatoirement pedir cita. Desolée de no verte este día. Llámame y quedamos.
    Kises (faticos), the queen of my house.

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  4. Esta es la buena, que la otra entrada es más en tono oficial y esta la familiar.
    La que es una monada es la Crooked House, apropiado nombre. Esta sí parece una casa de muñecas. Gracias también por la postal.
    Besicos faticos.
    Jorge y Sara.

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