martes, 8 de junio de 2010

...busca las huellas del Rey Arturo

En la entrada anterior me quedé durmiendo en el albergue de Okehampton. Mi primer destino del día fue el castillo de Tintagel. Sin embargo, este castillo abre a partir de las 10 de la mañana, así que antes de ir allí me di un pequeño rodeo por el parque Dartmoor. Cuando había estado allí, no había podido ver casi nada por culpa de que se me hizo tarde un día y al día siguiente había niebla. Por suerte, este día fui por la mañana y hacía bastante buen tiempo.

Algo muy típico de este parque son los pony. La siguiente foto la saqué en una granja de pony que hay en el parque, aunque por lo visto, se pueden ver en libertad si se tiene tiempo de dar un paseo por el monte.


Otra de las cosas más representativas de este parque son los tor. Creo que se puede traducir como colina o algo así. En la práctica, se trata de acumulaciones de rocas graníticas. He visto imágenes de algunos de los tor más famosos, con formas muy curiosas, pero no tenía tiempo para llegar a ellos. A cambio, desde la carretera pude sacar esta foto de uno de ellos para que os podáis hacer una idea.

Después de una hora de viaje desde el parque Dartmoor, llegué a Tintagel. Esta es una localidad situada en la costa norte del condado de Cornwall, conocida por dos cosas, su estación de correos y el castillo. La estación de correos es una antigua casa del siglo XIV, convertida en oficina de correos en el siglo XIX. Ahora es un museo, donde no entré, y por supuesto, una casa de té.

Pero bueno, aunque me gusta enviar postales, no era este el objetivo que tenía al llegar al pueblo. El objetivo era principalmente el castillo.

Vaya, creo que me estoy volviendo un adicto a las panorámicas, pero en este caso era necesario, ya que no había manera de que saliera todo en una sola foto.

En realidad, del castillo queda bastante poco, pero lo que realmente merece la pena es el enclave, como podéis ver en la anterior foto. El castillo tiene dos partes, una en tierra y la otra en un saliente de la costa que casi forma una isla. De hecho, la cueva que se ve en la foto a ras de playa, en realidad es un túnel natural que llega al otro lado.


A pesar de que aquí ha habido asentamientos desde los romanos, en realidad no es un gran sitio para construir un castillo debido a la dificultad de acceder a él incluso para los que lo habitaban. Sin embargo, es un lugar dado a las leyendas y mitos, ya que aquí es donde la leyenda dice que fue concebido el Rey Arturo, por Uther Pendragon quién sedujo a la Reina Igraine. Por ello, Richard, Conde de Cornwall, construyó un castillo aquí para reforzar sus pretendidas conexiones con el legendario rey y las antiguas reglas de Cornwall.


Probablemente no haya nada de cierto en todas estas leyendas, sin embargo, como ya dije, el sitio puede inspirar cuentos de caballeros, magos y aventuras fantásticas.

No sé vosotros pero, a pesar de la cantidad de gente que había, yo pude imaginarme a un hada bañándose en la cascada de la playa, a un caballero subiendo por los acantilados o a un mago saliendo de una de las cuevas a lomos de un dragón.

Tras despertarme de mis sueños de fantasías épicas, volví al coche y puse rumbo al pueblo pesquero de Clovelly, situado en la costa norte del condado de Devon. Este pueblo tiene gala de ser uno de los pueblos costeros mejor conservados. Y no es para menos. La parte más antigua del pueblo no es accesible por vehículos a motor. El pueblo se extiende por un estrecho acantilado a lo largo de su calle principal, de manera que el pueblo apenas tiene una anchura de dos o tres casas hacia los lados de esa calle.


Lo que me resultó bastante chocante es que hay que pagar por entrar al pueblo. Nunca había tenido que hacer tal cosa. Son casi seis libras, pero yo creo que merece la pena. Por lo visto, el pueblo pertenece a una familia desde 1738 y actualmente se trata de conservar tal y como estaba en el siglo XIX.


Como podéis ver, la vía principal que lleva hasta el puerto es una empinada calle adoquinada. Antiguamente se usaban pequeños burros para llevar las cosas hasta las casas, pero ahora sólo se utilizan como atracción para que los niños se puedan montar y dar un pequeño paseo.

Lo de la derecha son una especie de trineos que usa la gente para llevar las cosas. Lo que me llamó bastante la atención fue el puerto, creo que es de los más antiguos que he visto, con refuerzos de madera en lugar de metálicos.

Después de volver al coche, seguí el camino de vuelta, aunque antes de hacerlo definitivamente, paré a visitar dos pueblos, Lynton y Lynmouth. No es que sean muy especiales, pero leí que estaban conectados por un tren propulsado por agua. Lynton está justo encima de Lynmouth. En 1890 se instaló un funicular, que funciona por el peso del agua. Aquí hacen negocio de todo, así que si quieres saber cómo funciona, tienes que comprar un folleto que te lo explica. Yo no tuve muchas ganas de comprarlo, y además era bastante obvio el funcionamiento. Primero una foto del funicular, llamado Cliff Railway (Ferrocarril del Acantilado).

Cuando una de las cabinas llega arriba, llenan la parte de debajo con agua, mientras vacían la de la cabina que llega abajo, así que con la diferencia de peso se puede vencer la fricción de los cables y demás pérdidas de energía, permitiendo el descenso. Al menos es como yo creo que funciona este funicular. Eso sí, no sé si recuperan el agua de alguna manera, pero si no lo hacen, es un gasto enorme. Supongo que aquí tendrán agua bastante, pero en España no se podría hacer.

Después de esto volví directamente a Guildford, pasando por algunos sitios en los que probablemente hubiera merecido la pena parar, pero no me quedaba mucho tiempo, ya que el viaje de vuelta era largo.


Bien, esto ha sido todo del fin de semana pasado. He visitado muchas cosas, pero también me quedaron otras muchas por conocer. Lo cierto es que en tres días me recorrí una zona, la de los condados de Devon y Cornwall, que es algo mayor en superficie que Asturias. Supongo que no puedo pretender verlo todo.


Ahora a ver si me puedo poner al día con las entradas del blog, porque me estoy retrasando un poco. Lo malo es que no estoy contando todo lo que me gustaría, aunque bien mirado, mejor, porque así no os aburro tanto con mis rollos.


Besos para ellas y abrazos para ellos.

3 comentarios:

  1. Albertico guapo, nunca nos aburres y nos encanta leer tus "rollos". No me extraña que con esos paisajes hayan proliferado las leyendas, cuentos y figuras mitológicas; si en un día claro ya te inspira, si añades un poco de bruma, lluvias y todo eso que abunda por allí... es claro que es terreno abonado para la fantasía.
    En los Monegros también tenemos "tor"-rollones, y aunque son de arenisca en lugar de granito, son más altos ¡hala!
    Besicos faticos y no seas tan "morriñoso", que no eres gallego ¡coñe! (no es una errata ni una palabrota, en mi pueblo se dice así)

    ResponderEliminar
  2. Estoy con mi madre. Disfruta de lo que puedas.
    Siempre me ha gustado esa parte de inglaterra con casas antiguas, acantilados, castillos y hadas, a ver si cuando vayamos podemos ir también.
    Ah, y el que esté nublado me parece lo mejor para ese tipo de paisajes, aunque tú estés ya hasta las narices, cosa que también entiendo.
    ¡Un abrazo compañero!

    ResponderEliminar
  3. bellísimo !!!!!! me encanta la leyenda del rey Arturo y me gustaría saber si realmente es verdad !! gracias

    ResponderEliminar