Hace dos fines de semana, fui a la Torre de Londres. Hacía tiempo que tenía pensado hacerlo, ya que es un monumento que llama mucho la atención. Su emplazamiento a orillas del río Támesis y su larga historia hacen de este un sitio muy especial. Eso sí, tengo que decir que me pareció bastante caro, 17 libras para lo que te dejan ver está bien pagado. Además, si quieres la audioguía, son otras 4 libras del ala. Los palacios de Hampton Court y Windsor eran más baratos, y la entrada incluía la audioguía. En fin, que me voy por las ramas. Aquí os pongo una foto de la Torre desde la Tower Hill, a la salida del metro.
Pero esta no es la mejor vista de la Torre. Es mejor desde el otro lado del río, pero ese día no crucé. Sin embargo, tengo una foto de cuando estuve la primera vez en Londres, allá por septiembre del año pasado.
Se podrían contar multitud de historias de esta Torre, de cómo en este sitio ya existía un emplazamiento bretón, sobre el que los romanos construyeron una fortaleza y más adelante Guillermo, el Conquistador, primer rey normando, construyó en el siglo XI la torre central, o Torre Blanca (la grande que se ve en la segunda foto). De cómo aquí estuvieron encerrados varios de los más famosos presos de la historia inglesa, como Thomas More, John Fisher, Walter Rayleigh, Isabel I, Guy Fawkes o Ana Bolena (antes de perder la cabeza por Enrique VIII, literalmente).
En el interior de la torre tienen lugar varias representaciones de actores vestidos con ropas principalmente de estilo medieval. Sin embargo, quien más llama la atención son los Yeoman Gaoler, guardia creada por Enrique VIII.
Aunque se les conoce más con su hacha y su vestido de gala, y con el nombre de beefeater y en una etiqueta de una botella de la ginebra del mismo nombre. Yo no los pude ver así, una pena. Al parecer, estos hombres son soldados condecorados con un servicio de al menos 20 años, y tienen el privilegio de vivir en el recinto de la Torre. Lo de beefeater viene de que antiguamente se les pagaba con una ración de carne.
En esta torre también se encuentran custodiadas las Joyas de la Corona, bajo unas medidas de seguridad espectaculares, de película de ladrones de guante blanco. En este sitio no dejan sacar fotos, así que no puedo poneros ni la corona utilizada en las coronaciones ni el diamante más grande hallado hasta la fecha, el Cullinan (por lo menos alguna de las piezas en la que se cortó, una de ellas creo que es el diamante tallado más grande del mundo), entre otras muchas otras joyas. Lo que me hace gracia es que a la salida hay una hucha en la que piden donaciones para conservar las joyas de la corona… sin palabras.
Después de dejar la Torre, me fui hasta Regent Street, donde está la tienda de Apple, ya que tenía curiosidad por probar uno de los famosos iPad. La verdad es que funciona muy bien, pero tengo que decir que tenía razón una crítica que leí sobre él, que decía que era como un iPhone con esteroides.
Por cierto, pasé por Trafalgar Square, y habían cambiado la estatua del cuarto plinto. De esto ya hablé en otra entrada, y allí pensaba que por fin le habían dado una estatua permanente a este pedestal, pero parece ser que no es así. En esta ocasión, como había una fiesta Tailandesa, en el plinto había este barco tailandés metido en una botella.
Tras una semana de espera, bueno, también de trabajo aunque no lo parezca, llegó este sábado y volví a Londres, esta vez para visitar el museo Victoria & Albert. Este es uno de los museos victorianos (como su propio nombre indica) situados en Kensington. El diciembre pasado visité el Museo de la Ciencia, así que ahora me queda tan solo el de Historia Natural en esta zona.
El museo es bastante grande y guarda obras de arte de todo tipo. Se puede encontrar desde retablos de la edad media hasta esculturas de porcelana modernas. Yo estuve unas cuantas horas dentro del museo y apenas me dio tiempo a recorrer todas sus salas sin apenas parar en muchas de ellas. Ahora podría ponerme a describir las obras que había en el museo, pero como no tengo ni idea de arte, os voy a poner un par de cosas curiosas. Por ejemplo, a ver quién es el guapo que adivina qué es esto.
Se trata de una cuchara para bigotes, vamos, para no meter el bigote en la sopa. En fin, hay inventos para todo.
Una de las salas que más llaman la atención es la Cast Courts. Esto son dos salas enormes con reproducciones en yeso de grandes obras y esculturas de Europa.
Aquí os pongo las copias de la Columna de Trajano de Roma (partida en dos), el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela y el David de Miguel Ángel. Al parecer, estas copias se utilizan como modelos para que los estudiantes de arte puedan estudiarlas sin necesidad de ir a ver las obras en sus emplazamientos originales.
Otra de las cosas que tiene bastante éxito es el patio interior de este museo, donde la gente se puede descalzar y meter los pies en el agua de la fuente o descansar sobre la hierba.
Para terminar la visita a esta zona, tras salir del museo fui hasta el Royal Albert Memorial, un monumento que la reina Victoria erigió a su marido tras la muerte de este.
Este monumento se encuentra justo delante del Royal Albert Hall, lugar donde se celebra una gran cantidad de conciertos importantes de todo tipo.
Tras esto me volví para Guildford, para ver el partido de Inglaterra. Un sueño sería que Inglaterra llegara a la final con España, y por supuesto ganáramos nosotros. Pero esto tiene muchos inconvenientes, entre los cuales están que me echen del país o que no me vuelvan a dirigir la palabra. Así que espero que gane España pero, muy a mi pesar, espero por mi bien que no se enfrente a Inglaterra.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Albertico, hoy precisamente, he recibido tu postal de la Torre de Londres. Gracias muchas (que dirían por ahí).
ResponderEliminarNosotros también visitamos el museo Albert y Victoria, en cuya cafetería comimos, intenté pedir yo solita "chu cofee, please" y la camarera me dijo que no me molestara en chapurrear, que era española. ¡Viaje usted para esto!
El patio muy guapo, no lo conocía.
Besicos faticos.
Jorge y Sara
No sé cómo lo verás tú, pero a mí me sale esta entrada con 0 comentarios, y como puedes apreciar, no es cierto.
ResponderEliminarNo entiendo esta puñeta de la informática, pero puedo dar fe de que falla más que una escopeta de feria.
Besines faticos.
Nos vemos en nada.
Jorge y Sara.
Obi, muy guapo el reportaje. Ya veo que te estas preparando para hacer de guía en tu próxima visita, muy bien.
ResponderEliminarBuenísimo lo del iPad con esteroides, genial.
Un abrazo sempai, que ya estamos ahíii!!
El próximo fin de semana serás nuestra audioguía personal!!!
ResponderEliminarA ver si nos da tiempo a ver bastantes cosas porque entre el mundial y la F1 no sé qué veremos. Siempre podemos hacer un tour por los pubs de Londres. jajaja
Besos!!!
No nos quedá ná pa ir....
Muy interesante lo de la cuchara para bigotes, ¿como puedo conseguir una?
ResponderEliminarYo, lo siento pero no soy como arkangel y lo de la broma del ipad no la cojo. Para mi un "ifón" es un teléfono que pesa mucho, muy caro, que se me rompería con facilidad y que en caso de perderlo me querría morir.
¡Ya tienes visita! Que la disfrutes.
Un abrazo