Pero la historia tengo que comenzarla un poco antes. Hace diez años… no tranquilos, no me voy a remontar tan atrás. Es que el pequeño Todoroku cumplió su décimo cumpleaños en mayo. Así que para celebrarlo, el lunes pasado lo llevé a revisión para que le cambiaran el aceite y le hicieran un chequeo completo.
Para terminar con los festejos, nos fuimos juntos de viaje con otro de los mejores amigos que tengo aquí, la Pijaesa, es decir, el GPS, lo del femenino es porque lo tengo configurado con voz de mujer.
De esta manera, nos fuimos el viernes pasado hasta el corazón del Dartmoor Park, un parque nacional situado en el condado de Devon. El viaje desde aquí es largo, así que llegué justo para hacer noche en el Youth Hostel (Albergue Juvenil, a pesar de que ya no soy tan joven) de Bellever. Aquí pude ver algo parecido a montañas. En algún momento hablaré sobre mi búsqueda de montañas en este país, pero eso tendrá que esperar a más adelante. El caso es que llegué tan tarde al parque que apenas había luz para poder hacer fotos, lo cual es una pena, porque atravesé pueblos de casas de piedra con tejados de paja que lo hubiera merecido. Además, no volví a pasar por un pueblo de esos en el resto del viaje.
El sábado por la mañana me levanté temprano y desayuné en el albergue. La verdad es que merece la pena desayunar en estos sitios ya que se trata del desayuno inglés, con buffet libre para algunas cosas.
El plato fuerte consta en este caso de las alubias Heinz, bacon, revuelto, salchicha, champiñones y puré de patata rebozado. Lo sé, lo sé, esto es un chutazo de colesterol por la mañana, pero si se tiene suficiente estómago para tomarse esto y un cruasán, una tostada, unos cereales y un café, se puede pasar el día con un sándwich para comer, y todo por cinco libras. Supongo que a estas alturas nadie duda de que yo tuviera suficiente estómago como para comerme esto los tres días que estuve por ahí. Por cierto, esto me recuerda una cita muy buena de W. Somerset Maugham, un novelista inglés (ni idea de quién es), que encontré no hace mucho “Si se quiere comer bien en Inglaterra, tómese tres desayunos”.
Volviendo al viaje, después de desayunar, me fui hasta la ciudad de Exeter, capital del condado de Devon, ya que estaba lloviznando y apenas podía ver paisaje en el parque. Aquí voy a hacer un pequeño inciso sobre los nombres de las ciudades. Es que me llamó la atención que hay muchas ciudades que terminan en –eter, y por lo visto viene de ceaster, ciudad romana en inglés antiguo. Vale, ya sé que me he vuelto a ir por las ramas, pero a mí me tenía bastante intrigado.
Como tenía intención de visitar muchas cosas en poco tiempo, no me paré demasiado en ninguno de los sitios, así que esto va a ser un poco apresurado. En esta ciudad me paré para ver su catedral, la St Peter Cathedral.
A continuación me dirigí hacia la costa, a Torbay. Esto es un distrito situado en torno a la bahía de Tor, donde hay tres pueblos principales, Torquay, Paignton y Brixham. Tengo que decir que en realidad estos tres pueblos me decepcionaron un poco. Yo iba buscando sitios tranquilos, pequeñas villas de pescadores. Sin embargo, esta zona es muy turística, y es la zona de “playa” de Inglaterra, así que se pierde un poco la tranquilidad.
En Torquay fui a ver la Torre Abbey.
Aquí se supone que estaba el Spanish Barn, un granero donde estuvieron retenidos durante un tiempo varios españoles supervivientes del desastre de la Armada Invencible.
En Paignton es interesante caminar por el paseo de la amplia playa.
Vale, aquí no se observa bien la “amplia playa”, pero es que en esta foto se pueden ver los acantilados rojos típicos de esta zona.
El tercer pueblo, Brixham, es quizás el que más me gustó. Es un poco más recogido que los otros y tiene un aire menos turístico.
En el puerto hay una recreación de un barco antiguo, convertido en atracción turística.
Aquí me paré a comer un sándwich típico de la zona, el sándwich de cangrejo.
Me pareció un poco caro para lo que era, pero había que probarlo.
Tras terminar la opípara comida, me dirigí hacia Dartmouth. Aquí voy a hacer otro pequeño aparte para comentar otra de las terminaciones de varias ciudades costeras inglesas, aunque en este caso es bastante obvio. Cuando el nombre de una ciudad termina en –mouth, quiere decir que está en la desembocadura de un río, en este caso, del río Dart.
También tengo que decir que para llegar a este pueblo, la pequeña Pijaesa me jugó una mala pasada. Resulta que estaba llegando al pueblo cuando llegué a la orilla del río, según el mapa del GPS, allí había una carretera que lo cruzaba, como si fuera por un puente, sin embargo, resultó que tenía que coger un ferry. Por lo menos pude disfrutar de un corto viaje en barco, viendo el panorama desde donde me hubiera sido imposible hacerlo en otro caso.
En Dartmouth no paré, si no que continué hasta el castillo del mismo nombre. Una fortaleza moldeada por el paso del tiempo y de los diferentes ejércitos que la ocuparon desde 1388 hasta la segunda Guerra Mundial. El castillo domina la entrada hacia la desembocadura del río Dart.
Tras la visita a este castillo me fui hasta Plymouth, uno de los puertos más importantes de todo el Canal de la Mancha. La ciudad es bastante grande y la visita fue corta, pero me dio tiempo a ver algo de lo más importante. El centro es bastante nuevo debido a que sufrió un severo bombardeo durante la segunda Guerra Mundial, pero la parte donde se encuentran las antiguas casas de pescadores, el Barbican, no sufrió tanto como el resto de la ciudad, de manera que se pueden ver todavía algunas viejas casas en calles estrechas.
En el puerto Sutton, uno de los dos principales puertos de Plymouth, se encuentra el Mayflower Stone and Steps, un memorial situado en donde zarparon en 1620 los Padres Peregrinos rumbo al Nuevo Mundo, para comenzar a moldear lo que ahora es Estados Unidos. Al parecer, en realidad comenzaron su viaje un poco más al este, en Southampton en dos barcos, pero por culpa del mal tiempo tuvieron que hacer escala en Plymouth y abandonar uno de ellos.
Entre los dos puertos de Plymouth se encuentra The Hoe, un parque desde donde se domina toda la bahía. Aquí se encuentra el faro conocido como Smeaton’s Tower.
En este mismo parque se supone que estaba jugando a los bolos Francis Drake, cuando en 1558 se avistó la Armada Invencible. Curioso que uno de los héroes nacionales sea un antiguo pirata. Aquí está su estatua.
La última parada que hice antes de ir hacia el albergue que tenía reservado fue Looe, un pequeño pueblo pesquero que me recomendó visitar un compañero de la empresa donde trabajo, que es de Plymouth. Para llegar allí, Pijaesa me volvió a jugar una mala pasada. Cuando le metí el destino me preguntó si quería pasar por una carretera de peaje, a lo que le contesté que no. Cuando seguí las indicaciones, en lugar de llevarme por el peaje, me intentó hacer tomar el ferry para cruzar uno de los ríos que desembocan en la bahía; por alguna extraña razón, mi GPS me pregunta si quiero pasar por un peaje, pero no si quiero tomar un barco. Así que me di la vuelta y probé suerte con el peaje. Este se supone que era para pasar por el puente sobre el mismo río, pero, no sé por qué, ese día y a esa hora no tuve que pagar ningún tipo de derecho de paso.
Volviendo a Looe, este es un pueblo pesquero muy guapo, con un puerto casi natural, el cual merece la pena visitarlo. Me pareció más interesante que los que había visto por la mañana. Al menos se parece más a lo que iba buscando.
Como podéis comprobar, se me hizo un poco tarde, así que cené algo en este pueblo y me dirigí hacia el albergue que estaba en Golant, un poco más al oeste, pero de esto hablaré en la próxima entrada, que esta ya ha sido muy larga.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Cumpleaños feliz,cum...Todoroku, cumpleaños feliiiiiz! plas,plas.
ResponderEliminarTu mejor amigo allí se merece todo jeje, hasta una sesión de mecanispa.
Tela con el desayuno, pero eso nunca te ha asustado eh sempai?
Muy guapas las fotos y la información apañero, y Looe tiene muy buena pinta si señor.
Un abrazo Obi
Jajaja, ya me imagino a Pijaesa: A no sé cuántos metros, o sea, donde el Zara, jo tía, hay una cosa redonda o sea y tienes que tirar hasta El Corte Inglés, jo tía.
ResponderEliminarSe me hace la boca agua con esas fotos de las comidas.
A ver dónde nos llevas a comer cuando vayamos. Tengo ganas de probar las hamburguesas pringosas y las patatonas!!!
En menos de un mes tamos por ahí, ahhhhhhh
Besos!!
Albertico guapo, lamento el retraso pero te juro por Esnupi (que diría tu Pijaesa) que hasta hoy no me salían tus entradas nuevas. Prácticamente cada día miro a ver si has colgado algo nuevo y va hoy... y me encuentro nada menos que tres entradas. Veo la fecha y ¡Oh, que bochorno! Bueno, sólo dos cosetas:
ResponderEliminar1.- Feliz cumple a Todoroku, espero que llegue a los 24 tan en buena forma como Corseta nuestro.
2.- El desayuno es una comida que no engorda nada aunque te propases: tienes toooodo el día para quemar las grasazas y colesterol que le eches.
Besicos faticos.
P.D. No encuentro a nadie que me acompañe... Me voy a echar a llorar.
Bueno, a recuperar el tiempo perdido:
ResponderEliminarCada día me gustan más tus fotos. Me vas a tener que dar un curso de panorámicas y enseñarme a manejar el programita que me pases, que en las áfricas he hecho unas cuantas panorámicas y me gustaría dejarlas casi tan bien como las tuyas.
Otra coseta que me impresiona es que todo tiene alfombra verde, y eso que vengo de la isla verde...
Un abrazo, ¡a por la siguiente entrada!