miércoles, 31 de octubre de 2007

…se va de festival

Vaya, me estoy retrasando con las entradas, creo que al final sí que voy a tener cosas para contar cuando vuelva. Es que como ya estoy en los últimos coletazos de la estancia, el trabajo se acumula y tengo menos tiempo para escribir. En fin, voy al grano.

Este domingo fue el primer, y probablemente el único, día que me levante más tarde de las 9:30, en concreto a las 11:30. Prometía ser un día descansado…

Después de desayunar me puse a limpiar un poco la habitación, que ya tocaba, ya sabéis, un soltero de rodriguez en Japón. Eso sí, la dejé como los chorros del oro, si es que soy un buen partido chicas… bueno, mejor lo dejo, que lo del optimismo no es lo mío.

Hacía un día bastante guapo, después de la lluvia del día anterior. Así que, cuando terminé mi tarea con la habitación, me acerqué hasta la zona de la estación de trenes para ir a comer algo a alguno de los restaurantes que hay por allí. Después me fui dando un paseo hasta el Zenkoo-ji, ya que me faltaba hacer una visita al interior del templo y al subterráneo. Sin embargo me encontré con la sorpresa de que la puerta san-mon, que yo había visto hasta ahora con andamios, estaba despejada, aunque no se podía pasar todavía por debajo.

Aquí la tenéis con su nuevo aspecto después de restaurarla, aunque no sé cómo estaba antes.

En el interior del templo no estaban permitidas las fotografías, así que no os lo puedo enseñar, aunque es muy guapo. Ya sabéis, quien lo quiera ver, que se venga. Por debajo del templo se encuentra el okaidan, un pasadizo subterráneo que hay que recorrer totalmente a oscuras y simboliza la muerte y resurrección. La gracia está en buscar la llave de la salvación, que es una especie de asa anclada a la pared. Yo la encontré, así que estoy salvado, puedo estar tranquilo.

Os podría aburrir con la historia del templo, pero creo que lo voy a dejar, ya que estaréis hartos de leer sobre templos.

Después de conseguir la salvación me volví hacia la estación, donde tenía aparcada la bicicleta. Bajé dando un paseo (el Zenkoo-ji está en la parte más alta de la ciudad) mirando tiendas. Quería comprar algún recuerdo, pero es lo de siempre, lo que me gusta es demasiado caro y lo demás son tonterías que puedes encontrar en cualquier sitio. Lo bueno es que me encontré con una friki-tienda, donde venden cosas de segunda mano, incluida una súper-nintendo. Tengo que volver otro día a ver si encuentro algo bueno.

Como ya se estaba haciendo de noche (estos días empieza a anochecer sobre las 16:30, hora local), me vine hasta la universidad para consultar el correo y hacer un poco de tiempo para cenar y marchar pronto para la cama. Sí, de verdad, que yo quería ser bueno…

En la Universidad se celebraba este fin de semana una especie de festival, yo no había ido todavía, en primer lugar porque me pareció que estaba un poco desangelado, cada grupo de chavales tenía su propia carpa cerrada sin más. Además quería descansar, como ya he dejado claro varias veces en esta entrada. Cuando estaba llegando al edificio me encontré con un chaval del grupo y me dijo que fuera a su puesto para cenar. Así lo hice, todavía estaba a tiempo de marchar pronto para la cama… Los chavales hacían la fiesta para recaudar fondos para el viaje de estudios. Me preguntaron si quería volver para tomar algo cuando cerraran el puesto a las 22:00. Bueno, una cerveza y para la cama, me dije. Vine al despacho y volví al poco rato. El caso es que se trataba de terminar las existencias sobrantes de cerveza, así que empezamos a beber… bueno, no sé si debería seguir, porque mi jefa lee esto y puede llevarse una pésima impresión de mi… acertada pero mala. En fin, ya que llegué hasta aquí, voy a seguir. La cosa empezó por jugar a ver quién era capaz de beber más rápido un vaso de cerveza… y acabó con lo que sigue.

Lo dicho, penoso. Y yo que me tenía por un chico tranquilo. Acabé llegando a las 2 de la mañana a la habitación pero ellos siguieron bebiendo. Pero que conste que al día siguiente estaba en el trabajo a las 9 de la mañana para hablar con mi jefe, que volvía después de una semana en Corea, y nos entendimos perfectamente.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

4 comentarios:

  1. Poderío astur, sí señor. Con fabes y sidrina...nun fai falta gasolina. O con cerveza, es lo mismo.
    Espero que tus paspas no lean esto, o te darán un correctivo al volver.
    By the way, ¿no se te ocurrió llevarte un preparado de fabada para deleitar a los nipones?
    Vaya fallo, a ver si alguien te enseña a cocinar algo más que macarras con lata de bonito.
    :PPPPPPPPPPP
    From Corredoring with love.

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  2. aquí estamos Raque y yo (Chus) escarallándonos de risa pero tambien conociendo cosas sorprendentes de Japón, lástima que te queden pocos días, me apunto a lo de Camino y poder enviate fabes a mogollón ¿tan en contra del CH4? paez que tas pasándolo bien, o al menos comiendo y bebiendo....
    saludos

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  3. Muy bien Alberto. Disfruta y aprovecha que todo vuela muy rápido.
    Besos.

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  4. Está claro que la noche te confunde!!! Pero tú deja el pabellón bien alto, que no se diga de los asturianos!.
    Besos.

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