lunes, 14 de diciembre de 2009

...celebra su cumpleaños

Así es, este sábado fue mi cumpleaños. Ley de vida, uno tiene que cumplir años sin más remedio. Al igual que mi santo, es la primera vez que lo he pasado fuera de casa. Como además coincidió en fin de semana, tuve que hacer algo para celebrarlo por estas tierras.

De esta manera, me decidí a ir a Londres. Ya había estado allí hace un par de semanas, cuando fui con Mario, pero aquel día nos llovió por la tarde y apenas pudimos ver la iluminación navideña londinense que tanta fama tiene.

Así que el sábado, tras levantarme prudentemente tarde, me cogí el tren para Londres. Una vez allí, me fui a South Kensington, donde se encuentran un buen número de museos de época victoriana. Un buen ejemplo es el Museo de Historia Natural, en frente del cual habían montado una pista de hielo para la Navidad.

Sin embargo, yo no visité este museo (tampoco intenté patinar), sino que mi espíritu de friki me llevó hacia el Museo de la Ciencia. Este es un museo bastante interesante, con muchas colecciones diferentes, exposiciones de grandes objetos como máquinas de vapor, coches e incluso aviones, cohetes, el módulo de mando del Apolo 10 o una representación a tamaño real del módulo lunar. Para quien vaya con críos, hay una sección muy amplia de juegos lúdicos donde se pueden accionar todo tipo de palancas, pulsadores o ruedas para aprender a entender y utilizar distintos fenómenos físicos o químicos. El edificio es un poco enrevesado, con escaleras por todos lados y que a veces sólo llegan hasta un piso dado y luego tienes que buscar otras escaleras para continuar la visita del siguiente piso. Además, a mí me pareció que algunas colecciones estaban un poco desordenadas, pero yo no soy quién para decirles cómo lo tienen que hacer. Aquí va una batería de fotos.

Esto no es lo más conocido ni espectacular de este museo que digamos. Se trata de una máquina de Atwood. Y es que me ha traído muchos recuerdos del instituto y del primer curso de la carrera, cuando nos torturaban con los famosos problemas de poleas.

Esta es la máquina de vapor más antigua del mundo, fabricada por Stephenson.

Este es el Vickers Vimy, el primer avión que cruzó el océano Atlántico sin escalas. Los que pilotaron este avión sí que tenían un buen par de narices para montarse en esto y aguantar ese viaje.

Esto no necesita explicación. Esperemos que este año a McLaren le vaya tan bien como a este coche que tenían aquí, es decir, boca abajo. Con los problemas que me dio el Abbey, que es del Santander, no me importaría. Además, cerca de donde estoy viviendo, Woking, está la fábrica de McLaren de fórmula 1, así que: ¡Vamos Alonso!

Este es el módulo de mando del Apolo 10 y a continuación está la representación del primer alunizaje. Realmente es alunizante (¿o era alucinante?) que se haya llegado tan lejos con esto, a no ser que se crea en las teorías conspiratorias sobre la falsedad de los viajes espaciales.

Cuando salí del museo me fui hasta Notting Hill para ver un poco el mercado de Portobello Road. Lo malo es que se me había hecho un poco tarde y ya estaban recogiendo los puestos.

Uno casi espera que de una de estas casas salgan Hugh Grant y Julia Roberts.

A continuación me dirigí a Oxford Street que, a fin de cuentas, era el objetivo principal de esta visita. A decir verdad, me esperaba que la iluminación fuera más hortera o recargada, sin embargo, no me pareció que fuera demasiado espectacular.

Por cierto, aquí está centro comercial del que hablé hace un par de semanas cuando fui con Mario. Me refiero al Selfridges, el centro comercial más antiguo de Europa.

La iluminación de la entrada principal de este sitio sí que está a la altura de las expectativas de nivel de horterismo para celebrar su centenario.

Pero no sólo en Oxford Street iluminan las calles, por ejemplo a mí me gustó más Regent Street.

O también la de Molton Street.

Después de esta saturación de luz, fui hacia Trafalgar Square, pasando por Picadilly Circus. Como curiosidad, me enteré de que han completado la plaza, es decir, han puesto una estatua en el cuarto plinto. En esta plaza hay cuatro pedestales en las cuatro esquinas, rodeando la conocida columna de Nelson. Hasta ahora había estatuas en tres de ellos. El cuarto se usaba para distintos eventos socioculturales. Por ejemplo, cuando estuve por aquí en septiembre para mi entrevista de trabajo, en este plinto había una señora subida dando gritos. Habían pedido que la gente enviara un discurso y los elegidos podían exponerlo en el cuarto pedestal durante un tiempo determinado.

Lo de la red supongo que sería por si alguien decidía suicidarse delante de todo el mundo. Ahora han puesto una estatua de Sir Keith Rodney Park, comandante de la RAF durante el asedio de los alemanes a Londres. No tengo ninguna foto decente de esta estatua, lo siento, había muy poca luz y no llevaba el trípode. Sin embargo sí que puedo poner esta estampa tan navideña, con árbol y todo.

Por lo visto este árbol lo regala la ciudad de Oslo todos los años desde la Segunda Guerra Mundial, en gratitud por el apoyo de Inglaterra a Noruega.

Así fue como pasé el día de mi cumpleaños, aunque fue hoy cuando lo celebré. Para ello, por la mañana desayuné con las últimas galletas que me quedaban de mi madre. Al mediodía me abrí otro de los kit de supervivencia que me mandó mi padre, con su jamón, queso y lomo, me hice una tortilla de patata, de postre unos frixuelos y todo ello lo regué con un vino de rioja. Que no se diga que no me cuido.

La presentación no fue gran cosa, pero la tortilla me quedó bastante bien, aunque está mal que yo lo diga, pero no tengo quien pueda confirmarlo.

No tuve velas, pero con la iluminación de Londres me conformo.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

4 comentarios:

  1. Yo creo que tambien coincido contigo en cuanto a iluminación navideña, a mi me gustó la de Molton Street, no porque lo viera sino porque en las fotos me parece la más original.
    La cena tenía buena pinta, yo creo que con un mantel hubiera quedado más presentado, aunque lo que importa es el contenido. O no???
    Dentro de poco te tenemos de vuelta en casa, como el almendro.

    Un beso,

    Ana Bermudez

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  2. Vaya chulada el museo de la ciencia, lo de la zona lúdica para que toquen y eso, también incluye a Raquel, que si la meto alli no la saco en todo el día.
    Puedo dar fe de que los frixuelos te salen de miedo, seguro que la tortilla tambien!
    Un abrazo Obi

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  3. Estas hecho un cocinetas ya!!
    Sí que te cuidas bien, sí. Si es que una simple tortilla de patata, un poco de vino de la tierra, una rodaja de pan con tomate y su jamoncito... Fuera de casa es mejor que el más caro caviar (pro decir una cosa muy cara y que dicen que es tan buena).
    Yo estoy con Arkangel, yo me habría ido directo a las palanquitas y a los botones, que es lo divertido.
    Aquí las luces no tienen nada que ver, son mucho más cutres, pero como tampoco parece Navidad no me importa.
    Ala, que ya casi estás en casina!!
    Un abrazo muy fuerte!!

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  4. Repetimos aquí nuestra felicitación aunque la incluyésemos en la entrada anterior. Felices veintitodos. Por cierto, estoy haciendo un mantelito a punto de cruz que te quedaría divino. A ver si te hago uno y te lo podemos llevar a domicilio (inglés).
    Besotes a Alberto padre, Maricarmen madre y tato Javi cuando vuelvas por Navidad.
    Besicos faticos.
    Jorge y Sara.

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